El pasado lunes 28 de agosto un grupo de encapuchados llevaron acabo “un atentado” en la Región de Los Ríos en Chile, dejando 29 camiones quemados, seis vehículos con daños y un taller mecánico destruido.
El “atentado” como lo describió la presidenta Michelle Bachelet, se llevó a cabo en horas de la madrugada en un recinto perteneciente a la empresa de transporte Sotraser.
“Esta vez, como parte de una desgraciada e impune secuencia delictual y terrorista que afecta al gremio del transporte chileno, un grupo de sujetos encapuchados prendió fuego a 29 camiones luego de amenazar de muerte al vigilante del lugar. Afortunadamente no hubo vidas que lamentar. Las pérdidas suman USD $6 millones. Los vehículos de transporte prestaban servicio a la empresa Forestal Valdivia”, informó la empresa mediante un comunicado.
Asimismo, Sotraser señaló que el incidente “se daña la fuente laboral de cerca de 70 personas”, y lamentó “las declaraciones de la autoridad responsabilizando a las empresas por no tener mayor protección”.
“Nuestro foco está en el desarrollo económico y social de Chile. Mantener la seguridad y paz de los chilenos es tarea del Estado”, resaltó la empresa en referencia a las declaraciones del fiscal nacional, Jorge Abbott, y del ministro del Interior, Mario Fernández, que responsabilizaron a los privados respecto a la seguridad de sus instalaciones.
“Pienso que los empresarios tienen una responsabilidad importante en la custodia de sus bienes, particularmente en una zona donde sabemos el nivel de riesgo que existe. Que haya 35 camiones, que se encuentre un dispensador de bencina y una sola persona que esté custodiando esos bienes, me parece francamente una decisión de parte de los empresarios que no dice relación con el riesgo que provoca el quehacer empresarial en ese sector”, dijo la máxima autoridad del Ministerio Público.
Fernández apoyó las declaraciones de Abbott y comentó que a su juicio “cada uno tiene que hacerse cargo de sus asuntos y, por lo tanto, el fiscal nacional tiene toda la razón cuando señala que las empresas también deben tomar medidas de seguridad y, al parecer, en el lugar donde ocurrieron estos hechos no eran adecuadas”.
Por su parte la empresa afectada recordó que lleva 14 años “operando sin problemas en esa zona” y recordó que “nadie está preparado para un ataque terrorista, menos en una zona donde jamás se había producido un incidente de esta naturaleza”.
El ataque se registró a 800 kilómetros al sur de Santiago en la región de Los Ríos, aledaña a La Araucanía, zona donde permanentemente grupos de encapuchados realizan acciones violentas principalmente dirigidas a las grandes madereras de la zona, cuyos terrenos hace siglos pertenecieron a los mapuches, los indígenas originarios de Chile.
Fuentes: La Tercera; 20 Minutos; Ahora Noticias;