Mientras las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se complican cada vez más por los presuntos “ataques acústicos” que han afectado a 22 diplomáticos estadounidenses en La Habana, Rusia y la isla caribeña se esfuerzan por acelerar una mejora en las relaciones entre ambos países.
“Putin anhela recuperar la gloria imperial pasada y las relaciones con Cuba siguen ese mismo patrón”, manifestó Richard Feinberg, experto del Brookings Institution y exfuncionario encargado de la política latinoamericana en el Gobierno de Bill Clinton.
El acercamiento entre el país euroasiático y el caribeño se ha producido con mayor frecuencia tras el triunfo de Donald Trump como mandatario de los Estados Unidos.
En lo que va corrido del año, se han reunido al menos cinco veces el embajador cubano en Moscú y el vicecanciller Serguei Ryabkov, y de acuerdo con informaciones publicadas por el ministerio de asuntos exteriores ruso, el embajador de Cuba ha estado presente en las reuniones de otros funcionarios y ministros cubanos con diplomáticos rusos.
Tan solo una semana antes de que el canciller cubano Bruno Rodríguez se reuniera con el secretario de Estado de EE. UU., Rex Tillerson, Rodríguez se entrevistó a puertas cerradas con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
Todos estos acercamientos entre Rusia y Cuba ha generado una mayor presencia económica rusa en la isla, aumentando envíos de petróleo y apoyando en renovaciones militares de la isla.
Tal parece que el Gobierno de Putin busca ir al rescate de su antiguo aliado y al mismo tiempo “causar malestar” en la administración del Gobierno de Estados Unidos”, según opinó Jorge Piñón, director del Programa sobre Energía de América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas.
“Como unas relaciones económicas más cercanas con Estados Unidos no parecen probables al menos en los próximos años, ellos están buscando aliados alternativos, sobre todo de países con estados fuertes como Rusia y China que puedan ofrecer facilidades de pago favorables, algo muy bienvenido en una economía con malos estándares de crédito internacional”, explicó Feinberg.
Fuentes: Cubanet, El Nuevo Herald.