
Una pareja de cubanos, que llevaba 14 años de novios, se casó en Buenos Aires, Argentina, con la esperanza de poder vivir juntos y reunificarse como familia en un país democrático.
La pareja se había tenido que distanciar luego de que uno de ellos (Henry Alpizar Palma) se lograra ir de la isla a Estados Unidos, gracias a la política de “pies secos/pies mojados”, que permitía a los cubanos que lograran llegar al país norteamericano sin ser interceptados, recibir la residencia.
La intención de la pareja es que Edel Reina Palacios pudiera irse después de la isla aprovechando la misma política estadounidense; sin embargo, al ser eliminada la política, Edel no tenía forma de llegar legalemente a Estados Unidos.
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La pareja debió pensar en un nuevo método para poder estar juntos nuevamente, por lo que decidieron que la solución era casarse para que así Henry pudiera pedir una reunificación familiar y que ambos pudieran vivir legalmente en el país norteamericano.
Ambos debieron investigar el país en el que podían casarse y Argentina parecía ser la mejor opción. “Somos uno de los pocos países que acepta el casamiento para turistas. En marzo empezaron con los trámites. Yo tuve que enviar a la embajada argentina en Cuba una carta de invitación para que dejaran salir a Edel. Lo autorizaron por una semana, así que después solo quedó sacar los pasajes y reservar turno en el registro”, comentó Gustavo Michanie, vicepresidente de la entidad Judíos Argentinos Gays (JAG/LGBT), que ayudó a la pareja con los trámites para poder casarse en Argentina.
Henry Alpízar de 36 años y Edel Reina Palacios de 39, lograron casarse en Argentina el pasado martes 24 de octubre en un registro civil de la ciudad porteña.
“Fue una ceremonia sumamente emotiva. El juez que los unió pronunció unas palabras muy lindas. Les dijo que después de tantos años de amor lograron superar todas las barreras y que por eso van a estar siempre juntos”, comentó uno de los testigos de la boda.
Por su parte, Alpízar comentó que tenía “sentimientos encontrados”.”Más allá de que nuestra relación lleva muchos años y que el matrimonio no es más que un papel, también significa la posibilidad de estar juntos otra vez. No nos veíamos hace dos años. Solo hablábamos por teléfono. Es un sueño hecho realidad”, comentó.
“Vamos a estar infinitamente agradecidos a Argentina. Hemos sentido la cortesía y la amabilidad de toda la gente. Nos han ayudado, han sido solidarios. No lo esperábamos”, añadió.
Asimismo, Alpízar señaló que por ahora deben volver a separarse, pero afirmó: “Una vez que esté de vuelta en Miami yo voy a presentar los papeles para iniciar el proceso llamado de reunificación familiar. Apenas lo aprueban él va a poder viajar. Queremos formar el hogar y la familia que ya teníamos en Cuba. La distancia no es una opción. Nos gustaría tener hijos”.
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En Cuba el matrimonio entre dos personas del mismo sexo es inconcebible para el régimen. A pesar de que el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual), institución dirigida por Mariela Castro , hija del general Raúl Castro, ha elegido luchar por causas como el derecho al cambio de sexo, la legalización del matrimonio homosexual sigue siendo reprimida.
Por su parte, la hija de Raúl Castro se ha justificado diciendo que “las leyes no logran modificar los prejuicios ni las conciencias”, aunque cada vez se hace más evidente la poca voluntad política para reconocer los derechos de las personas LGBTI (personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex.
Fuentes: Cubanet, Diario de Cuba, CiberCuba, DW, Clarín.