El pasado miércoles 8 de noviembre, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, acudió a un evento en el que legisladores del partido político oficialista, Alianza PAÍS, y grupos aliados manifestaron su respaldo al mandatario.
Durante el acto que se llevó a cavo en el Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia de Ecuador, los asambleístas firmaron un documento en el que confirman su apoyo a la consulta popular propuesta por el mandatario y a sus plan de Gobierno.
“Decimos sí a la consulta popular y el derecho del pueblo ecuatoriano a pronunciarse las veces que sean necesarias en los temas trascendentales para el país”, manifestó el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano, quien se encargó de entregar el apoyo firmado por 47 asambleístas.
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Moreno agradeció el apoyo tras recibir el manifiesto y recordó que él no es un títere político y que no defenderá a personas que estén vinculadas con la corrupción:
“Si creyeron que cuando elegían este presidente elegían un títere que iba a cumplir con la promesa que hice yo de cuidar a los compañeros; es que cuidar a los compañeros es una cosa, pues. Cuidar a los compañeros significa que si es que no tienen ninguna culpabilidad hay que cuidarlos, no faltaba más. En el momento en que me quiebran un principio, por favor, que no me reclamen lealtad, el momento en que me dicen proteja a la gente corrupta no me reclamen lealtad, por favor. Porque yo no concibo cómo podemos nosotros obsesionarnos en tratar de defender a personas que están vinculadas con la corrupción”.
El presidente aprovechó la oportunidad para criticar a su antecesor, Rafael Correa, refiriéndose a él como “aquella persona ‘alelada’ que pensaba que era el único que estaba destinado a mandar”. Por tal razón, Moreno manifertó su rechazó a las reelecciones indefinidas: “No creo en las reelecciones indefinidas, creo en la promoción de valores nuevos, creo en respetar a la militancia y una forma de respetar a la militancia es no considerarse enviado de dios”, comentó.
Asimismo, el mandatario aprovechó la oportunidad para explicar que los últimos años de Gobierno (de Correa) comenzaron a volverse siniestros porque la persona ya no piensa en el país, en el devenir, piensa en mantenerse en el Gobierno o hacer obras faraónicas (…) No se pueden hacer obras faraónicas cuando no hay alcantarillado, cuando no hay agua corriente”.
Para Moreno “el poder se vuelve siniestro” y es entonces cuando “empiezan a espiarse entre ellos mismos, empiezan a poner cámaras para grabar al amigo, al compañero, al integrante del buró que viene a visitarme, cámaras para grabarle y después poder extorsionar”.
“Creo que es perverso, creo que es indigno el meter una reforma constitucional, una enmienda constitucional que me favorece a mí mismo. No podría hacer menos que ponerlo en consideración del pueblo ecuatoriano, pero lo puso en consideración de los compañeros asambleístas, casi forzándolos. Porque nadie quería enojarse con el líder”, aseveró.
Recuento
El evento en el que los asambleístas respaldaron a Moreno se produjo días después de que se agudizara la ruptura entre Moreno y miembros de AP, cuando el excanciller Ricardo Patiño y la expresidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, cercanos a Rafael Correa, decidieron destituir a Moreno tras la excusa de su ausencia en las sesiones del consejo directivo.
Las diferencias dentro del partido político se habían hecho evidentes cuando iniciaron los diálogos con los sectores de oposición, y cuando Moreno criticó la situación económica del país dejada por Correa.
Sin embargo, no fue hasta que Moreno decidió llevar adelante el proceso judicial en contra del vicepresidente Jorge Glas que se agudizó la división dentro de AP.
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Mientras Correa apoyaba a Glas y aseguraba estar “dispuesto a dar la vida” en defensa del vicepresidente; Moreno decidió arrebatarle las funciones a Glas y nombrar como encargada temporal a María Alenadra Vicuña, ya que consideraba que la detención delvicepresidente le impide ejercer sus funciones.
Las diferencias entre ambos mandatarios y sus acciones políticas fracturaron el partido oficialista; no obstante, las iniciativas de Moreno se han ido desarrollando y pronto la consulta popular, considerada por Correa como la mayor “traición a la Revolución Ciudadana”, se llevará a cabo para preguntarle al pueblo ecuatoriano sobre el extractivismo, la alternancia en el poder, la lucha contra la corrupción y la prescripción de los delitos sexuales.
Fuentes: La República, Ecuavisa, El Diario, El Telégrafo.