Un incidente ocurrido en Uzbekistán, similar a los “ataques acústicos” sucedidos en Cuba, genera sospechas de que Rusia podría estar involucrado en misteriosos eventos contra diplomáticos estadounidenses.
De acuerdo al medio de televisión estadounidense CBS, un funcionario de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) informó recientemente que tanto él como su esposa sufrieron efectos similares a los padecidos por los funcionarios norteamericanos en Cuba.
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Tanto el diplomático como su esposa, fueron evacuados de Tashkent (lugar de ubicación de la oficina central de USAID en Uzbekistán), por el Departamento de Estado para una evaluación.
Aunque aún no se ha tenido información del diagnóstico, ni de los cuidados ofrecidos al diplomático tras su partida del país asiático, el nuevo incidente ocurrido en septiembre en Uzbequistán (que fue una vez parte de la URSS y mantiene fuertes lazos con Rusia), desata fuertes preocupaciones sobre la posibilidad de que Rusia haya podido estar involucrada en los ataques dirigidos al personal del gobierno estadounidense en Cuba, otro país donde Rusia también ha ejercido una influencia creciente.
Hasta ahora, Rusia ha negado su participación en los presuntos ataque a diplomáticos estadounidenses e incluso ha tildado de “absurdas” las insinuaciones sobre su participación en los incidentes.
“Esto no ayuda a la normalización de las relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y Rusia”, señaló la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país, Maria Zakharova.
Por su parte, William Leogrande, profesor de política exterior de la American University y especialista en asuntos cubanos señala que:
“los rusos han estado reconstruyendo su relación [con Cuba], que se deterioró dramáticamente después del final de la Guerra Fría [ahora este país tiene] una fuerte presencia en Cuba y una relación histórica con la inteligencia cubana que les podría dar el tipo de libertad para operar que les daría una oportunidad”.
Es necesario recordar que hasta ahora más de dos decenas de diplomáticos estadounidenses se han visto afectados por los misteriosos ataques en Cuba. Los individuos afectados han expuesto una serie de síntomas físicos incluyendo quejas de oído y pérdida auditiva, mareos, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad para dormir.
A pesar de que la cifra de los afectados parecen ir en aumento, el Gobierno estadounidense no ha encontrado culpables de los ataques que, según Washington, comenzaron a finales de 2016.
Ante la inexistente explicación de lo ocurrido el Gobierno estadounidense ha advertido a sus ciudadanos de los puntos en donde los diplomáticos han sido afectados.
?? Security Message from US Embassy in #Cuba details post-incident #Havana hotel restrictions: https://t.co/lfqORdJKPr pic.twitter.com/oS09Qq5Izy
— OSAC – Overseas Security Advisory Council (@OSACState) October 6, 2017
Asimismo, el Gobierno norteamericano tomó la decisión de expulsar a diplomáticos de la embajada de Cuba en protesta por la falta de protección del gobierno comunista a los estadounidenses que trabajan en la isla.
Aunque el Gobierno norteamericano no ha responsabilizado a Cuba por los ataques, ha manifestado que el régimen ha podido detenerlos.
“Creemos que el Gobierno cubano pudo haber parado los ataques a nuestros diplomáticos”, indicó el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, el pasado 12 de octubre.