Este viernes 22 de diciembre la oficina de prensa del Vaticano informó que el papa Francisco ordenó abrir una investigación sobre presuntos actos de corrupción por parte de un cardenal hondureño.
“Hubo una investigación ordenada por el mismo Santo Padre”, informó el portavoz del Vaticano, Greg Burk, sin dar mayor dar más información.
Las declaraciones se producen luego de que una revista italiana llamada L´Expresso acusara al religioso hondureño, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, de haber cobrado durante años “medio millón de euros anuales de la Universidad Católica de Tegucigalpa”.
De acuerdo a El Nuevo Herald Rodríguez Maradiaga “era considerado un fuerte candidato a Papa y un gran defensor de los pobres y los olvidados”.
Sin embargo, contrario conocerse por su religión y “actos bondadosos”, ha salido a la luz su nombre como un presunto corrupto que invirtió millones en empresas “que parecen haber desaparecido como aire” y hacía uso de dinero entregado por el gobierno que debían ser destinado a fundaciones pertenecientes a la Iglesia hondureña que estaban “bajo control del mismo Maradiaga”.
“El Papa está entristecido, pero también decidido descubrir la verdad” afirma el artículo.
Por su parte, el padre Carlos Rubio, de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, ha asegurado que las acusaciones contra el cardenal son falsas y explicó que la Universidad Católica apoya económicamente “a todos los obispos, no solo al Cardenal”.
Según Rubio no hay acto de corrupción ya que solo es un apoyo de la universidad católica para “la misión de las diócesis. No hay duda que el primer administrador es el obispo, pero eso no quiere decir que sea corrupción”.
Sin embargo, las declaraciones del padre no aclaran las “operaciones financieras imprudentes” del cardenal; así como tampoco la investigación que se ha abierto por parte del Tribunal de Cuentas hondureño sobre el uso de la enorme fortuna que ha recibido de parte del gobierno.