El papa Francisco llegó a Chile la tarde de este lunes 15 de enero en medio de tensiones por los ataques a iglesias, las amenazas en su contra y protestas por las acusaciones sobre abusos por parte de la iglesia Católica.
El papa llegó a la ciudad de Santiago de Chile y se quedará durante tres días con un programa de visitas protocolarias a Iglesia y Estado; sin embargo, el pontífice llega al país en momentos en que al menos seis iglesias han sido atacadas con bombas incendiarias en tres días y han amenazado al papa francisco con que la próxima bomba “estará en su sotana”.
Además, de acuerdo a CNN se espera que con la llegada del papa hayan protestas “por el escándalo sexual” del Fernando Karadima, un sacerdote chileno declarado culpable en 2011 por cometer abuso sexual infantil, y por los otros cerca de 80 religiosos que han sido señalados por este mismo delito.
A pesar de todo esto, el papa aseguró que para él “no será un viaje difícil”. “Estudié aquí y tengo muchos amigos y conozco bien Chile”, dijo.
En Chile a penas el 59 % de sus ciudadanos se declaran católicos según una reciente encuesta de la consultora Latinobarómetro, lo que representa una caída del 21 % desde 1995, por lo que una de las misiones del viaje del papa será recobrar la influencia y revertir la tendencia en tan solo tres días.
El secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, informó que durante su estancia en Chile el pontífice visitará una cárcel de mujeres , realizará un encuentro con habitantes de la Araucanía, entre ellos mapuches chilenos y argentinos; además de reunirse con dos víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet en el aeropuerto de Iquique.
“Creo que no será un viaje fácil, pero será uno realmente apasionado”, dijo Parolin.
Una vez terminado su viaje a Chile, el papa Francisco continuará su viaje por Suramérica en Perú , donde también se podrían ocasionar protestas también por acusaciones de abusos de parte de miembros de la iglesia.