Después de Brasil, México es el país más católico del mundo según el centro de investigaciones Pew; sin embargo, los sacerdotes no están eximidos de la violencia que azota al país. En los últimos seis años han sido asesinados 23 curas, ubicando a México como el país más peligroso para ser una autoridad religiosa.
De acuerdo al Centro Católico Multimedia (CCM), desde 1990 se han cometido 69 atentados contra miembros de la Iglesia Católica, y el número parece ir en aumento. Tan solo en la última semana fueron asesinados dos sacerdotes: uno en Guadalajara y otro en el Estado de México.
“Cada año parece ser peor que el anterior”, alertó el CCM en un video (que está a la espera de ser mostrado de manera pública) en el que muestra a los sacerdotes que han sido asesinados.
La Iglesia mexicana está de nuevo de luto: asesinan al padre Rubén Alcántara, al entrar a la iglesia de Ntra Sra del Cármen en Cuautitlán Izcalli. Ya son 3 los sacerdotes asesinados de igual forma en lo que llevamos de año. Violencia y #cristianofobia van en aumento en #México pic.twitter.com/833umgbLaR
— VoxTempli ن (@VoxTempli) April 19, 2018
No solo los sacerdotes están en peligro por el aumento de amenazas, torturas, persecuciones y asesinatos; de acuerdo a los reportes del centro católico de México, desde 1990 se han cometido crímenes también contra: un cardenal, un diácono, cuatro religiosos, nueve laicos y una periodista católica.
“Hay más peligro que en países como Siria o en países en que los cristianos son perseguidos por el Estado Islámico”, indicó la agencia de noticias católica Crux.
Los obispos han hecho un llamado “urgente” a construir una cultura de paz y reconciliación para el país, pero también exhortaron al Gobierno federal a mejorar sus estrategias .
“Prácticamente ha desnudado la incapacidad de muchas autoridades municipales, estatales y federales, y se puede ver también la gran ineptitud y la gran corrupción que se maneja en algunas de estas instituciones, no en todas pero sí en la mayoría”, dijo el director del Centro Católico Multimedia, Omar Sotelo señalando que la mayoría de los asesinatos “sigue sin tener respuesta auténtica”.
El arzobispo Carlos Garfias Merlos también pidió que se hagan “cambios profundos” y se aseguren las condiciones de vida. Merlos, quien lamentó la muerte de los sacerdotes, aclaró que estos hechos de violencia van más allá, y es que ciertamente en México ha incrementado la violencia.
Tan solo en 2017, fueron asesinadas más de 29 mil personas en el país y el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (organización de derechos humanos de México) reveló que 12 ciudades de México están en el ránking de las 50 ciudades más violentas de todo el mundo.
Pedimos a aquellos que menosprecian y arrebatan la vida por cualquier causa, a dejarse mirar por el rostro bondadoso de Dios, para deponer no solo las armas, sino el odio, el rencor, la venganza y todo sentimiento destructivo https://t.co/mpaMzGZjA6
— Alfonso Miranda (@monsalfonso) April 21, 2018
No solo resulta riesgoso ser un sacerdote en México, sino que hasta ser político es una profesión riesgosa en el país latinoamericano.
De acuerdo con el centro de investigación Justice in Mexico (Justicia en México), un político tiene 12 veces más probabilidades de morir asesinado que un ciudadano promedio, y considerando que en el 2017 la tasa de homicidios aumentó a 24 por cada 100.000 personas (25 por ciento anual), este dato resulta bastante alarmante.
“Hay un riesgo en dedicarse a la política, hay una vinculación muy profunda entre la guerra, la lucha armada, la imposición de la violencia y la imposición legitimada a través de las instituciones”, señaló el analista político Gerardo Enrique Garibay en conversación con PanAm Post.
México en definitiva está sumido en una crisis histórica en la que no parece haber respeto por la vida. Según los datos de Seguridad Nacional, en 2017 la tasa de homicidos alcanzó una cifra histórica con más de 29.000 personas asesinadas, y tan solo en el primer trimestre de este año van 7.667 homicidios.