El Centro de Especialidades en Adicciones (CEA) de Nicaragua advirtió que el número de casos por alcoholismo y drogadicción ha aumentado a raíz de la crisis sociopolítica que atraviesa el país.
De acuerdo al director del centro, David Stadthagen, antes del 18 de abril (fecha en que inició la ola de protestas antigubernamentales), los centros de rehabilitación recibían solo una llamada de ayuda semanalmente por casos de drogadicción; pero desde que empezó la convulsión política, los casos aumentaron ha aproximadamente 5 llamadas a la semana.
“Las solicitudes de ayuda han aumentado de una manera exponencial, principalmente en jóvenes de 15 a 25 años, debido a que el agregado de presión que tenemos desde la explosión de toda esta crisis, es una capa de presión fortísima”, dijo Stadthagen a El Nuevo Diario.
Según Nelson José López Acevedo, director de la casa hogar La Resurrección, en Managua, su centro de rehabilitación se ha visto en una situación extrema, en la que incluso se han visto en la obligación de rechazar hasta 10 pacientes al día por no darse a basto.
“Ya no podemos recibir más, y me atrevo a decir que estas personas están siendo rechazadas de otros centros de atención”, comentó.
Jóvenes son los más afectados en esta crisis
López explicó al medio anteriormente mencionado, que los jóvenes han sido los principales afectados por la crisis, razón por la que son los que son los que más han caído en abusos de drogas y de alcohol.
“Hoy en día los jóvenes y universitarios tienen una vida totalmente aturdida, las universidades tienen ciclos alterados, no se saben si comienzan o no las clases, no tienen universidad, el que tenía trabajo probablemente lo perdió, por esto y más, la cantidad de muchachos que van cayendo en abusos de drogas es increíble”, señaló.
La afirmación de López coincide con la de Pablo Cuevas, abogado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), quien ha explicado que en Nicaragua ser joven se ha convertido en un “peligro” y sobretodo si se es estudiante universitario, ya que son los primeros en ser perseguidos y detenidos.
De hecho, ha habido diversas denuncias de que las universidades estatales del país centroamericano están en colusión con las autoridades policiales y otros poderes del Estado, para detener y procesar estudiantes.
Ya son más de un centenar de estudiantes los que han sido expulsados por motivos políticos, y esto tan solo en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) y de ellos, ya ocho han sido acusados de terrorismo.
Aumento de pacientes obliga a reducir comida y agua en los centros
La crisis que ha sufrido el país, aunado al aumento de personas con problemas de alcoholismo y drogadicción ha llegado a tal nivel, que algunos centros han tenido que disminuir la cantidad de comida y de agua para cada uno de los pacientes para que pueda alcanzar para todos.
“Por toda esta crisis que hay en el país tuvimos que racionar la comida y la cantidad de agua que consumen los muchachos, además del gasto que implica tener acá a un interno durante el tiempo que dura su rehabilitación”, comentó López añadiendo que incluso los pacientes han dejado de recibir atención psicológica por la disminución considerable de los ingresos económicos que ha recibido el centro.
Según indicó López, los internos incluso han estado aprendiendo a hacer ambientadores y productos de limpieza para venderlos en las calles y pagar los gastos de alimentación, pero hasta las ventas de los productos ha empeorado y el precio de la materia prima con la que los realizan ha incrementado.
“Los ingresos son mínimos y la demanda mucha, hemos tocado muchas puertas pidiendo apoyo, sin embargo, con toda esta situación (crisis), no quieren ayudar. La junta directiva continúa buscando opciones, si todo sigue igual es difícil que este centro pueda llegar hasta Diciembre”, afirmó.