EnglishEn Latinoamérica y el Caribe el nivel de hambre es relativamente bajo, de acuerdo al Índice Global del Hambre 2013 (GHI). Sin embargo, no todos los Estados de la región tuvieron buenos resultados al respecto: Guatemala, Bolivia y Paraguay se encuentran en el grupo de los países con “graves problemas de hambre”, mientras que Haití se clasifica entre los países con un “índice alarmante” (ver informe al final del artículo)
El estudio del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), elaborado en conjunto con las ONG Concern Worldwide y Welthungerhilfe, analiza el hambre en 120 países clasificándolos de acuerdo a su desempeño en: hambre extremadamente alarmante, alarmante, grave, moderada y baja. Para ello, se analizan tres dimensiones del problema: el porcentaje de la población con desnutrición, la cantidad de niños menores de 5 años con bajo peso y la tasa de mortalidad en niños menores de 5 años.
A nivel global, tres países están en condiciones de hambre extremadamente alarmante (Burundi, Comorros y Eritrea), 16 en condiciones de hambre alarmante, 37 de hambre grave, 22 de hambre moderada y 42 de hambre baja.
Los países de América Latina que mejor desempeño tuvieron en esta edición del índice son Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, México, Uruguay y Venezuela, resultando una calificación menor a 5. Considerablemente baja si se compara con Burundi, un país de África Oriental cuya calificación fue la peor del ranking: 38.8.
Nicaragua, Ecuador, República Dominicana, El Salvador y Colombia se encuentran en el grupo “hambre moderada”; sin embargo, su tasa de desnutrición aún es alta en relación a la del resto de los países de la región. En Nicaragua, el 20% de la población sufre de desnutrición y en Ecuador, el 18%.
El informe presenta un gráfico de los países que fueron más eficientes disminuyendo el hambre de sus habitantes entre 1990 y 2013, y quienes por el contrario la aumentaron. Entre los ganadores latinoamericanos están Nicaragua, Perú, Venezuela, México y Cuba. Paraguay y Guatemala están en el grupo de los perdedores. Paraguay sufrió este año un fuerte retroceso, dado que hasta el año 2005 figuraba en el grupo de países con hambre moderada.
Para Bärbel Dickamnn, presidenta de Welthungerhilfe, las principales causas que afectan la situación alimentaria mundial son los conflictos armados, las catástrofes naturales y los elevadores precios de los alimentos. “2.600 millones de personas tienen que sobrevivir con menos de dos dólares al día. Para ellos un familiar enfermo, una sola sequía o la pérdida del empleo de alguien que trabaja en el extranjero es una gran crisis. Como consecuencia de ello un niño ya no puede permitirse el lujo de ir a la escuela, la dieta de la familia se reduce a menudo a una comida al día. Estas personas simplemente no tienen mecanismos de defensa para reaccionar ante una crisis”. Añade que aunque la población subalimentada ha decrecido desde 1990, aún quedan retos que afrontar antes de alcanzar el objetivo de hambre cero a nivel mundial.
En la actualidad, aproximadamente 870 millones (1 de cada 8 personas en el mundo) sufren de hambre; y casi un tercio de la producción mundial de alimentos destinados al consumo se desecha. Para combatir estos problemas el Informe Global del Hambre apuesta por un trabajo conjunto con las comunidades afectadas que ayude a potenciar su capacidad de resistencia ante los acontecimientos sobrevenidos.
El informe recomienda a los responsables políticos de cada país desarrollar enfoques nacionales de seguridad alimentaria y nutricional, resistentes a los golpes y otros factores de estrés. En tanto, sugiere a los trabajadores humanitarios centrarse en mejorar la nutrición materna e infantil en las regiones en desarrollo, con intervenciones para hacer frente a las causas inmediatas y subyacentes de la desnutrición.