A principios de esta semana, en la sección de tecnología del diario inglés Telegraph, salió un artículo titulado “¿Harto de Uber? Los londinenses ahora tienen una alternativa más económica“. Así como en su momento Uber fue la alternativa a los elevados costos de los taxis tradicionales, ahora se enfrenta a las incontables compañías que siguen surgiendo y logran bajar aun más el valor de un viaje. No solo eso, llegó una compañía que además ofrece mayor pago a sus conductores sin que eso repercuta sobre el cliente. Se trata de Taxify.
En 2013, surgió en Estonia, hogar de Skype, esta empresa que ya existe en 3 continentes (África, Asia y Europa). A partir de este martes 5 de septiembre, también opera en Londres. Es una alternativa directa a la empresa de transporte de pasajeros Uber.
Mientras que una gran cantidad de aplicaciones de teléfonos inteligentes que operan en Londres permiten a los usuarios solicitar los taxis con licencia, hasta ahora Uber ha sido el único jugador importante que permite a los pasajeros acudir a miles de coches de alquiler privado a través de un teléfono inteligente.
Taxify ofrece prácticamente el mismo servicio, pero promete tarifas más bajas que Uber, que cobra a los pasajeros de Londres 1,25 libras (USD $1,63) por milla (2 kilómetros), así como una tarifa base de 2,50 libras esterlinas (USD $3,26) y 15 peniques por minuto. Con motivo de la inauguración, la compañía —gracias al respaldo de la empresa de transporte china Didi Chuxing que cuenta con 400 millones de usuarios— ofrece viajes con descuento ahora y en el largo plazo promete que serán un 10 % aún más baratos.
Antes del lanzamiento, el director ejecutivo de Taxify, Markus Villig, dijo que la empresa ya contaba con 3.000 conductores inscritos. Uber, tras años de operatividad, tiene 40.000 Para lograr tanta adhesión, la empresa ofrece pagar más a los conductores, cobrando 15 % comisión en lugar de los 25 % que Uber hace, sumado al recorte de tarifas en Londres hace dos años.
Este es un golpe más que sufre Uber en Londres. En abril del año pasado se reportaron múltiples irregularidades cuando cuentas de usuarios aparecieron con consumos en otros países, tan lejanos como México. Este problema se agravó cuando fue interceptado el usuario de una presentadora de televisión que expuso este problema y se quejó fuertemente. En cuestión de segundos la noticia se propagó por Twitter cuando la presentadora Anthea Turner publicó: “La cuenta ha sido hackeada. Nadie me AYUDA en el sitio web, esto es ridículo”.
Eso visibilizó aun más casos, como una londinense que estaba de viaje en Australia y descubrió que su cuenta fue utilizada en Nueva York. El diario inglés The Guardian publicó un artículo al respecto donde llama “viajes fantasma” a estos sucesos. Cabe mencionar que la empresa sí reconoció los daños ocurridos.
De acuerdo a un reportaje de Motherboard, el segmento de tecnología de la plataforma de noticias Vice, hay cuentas de Uber en venta en AlphaBay, una red relativamente profunda que opera al margen del Internet masivo, por apenas USD $1 (incluso hubo casos donde costaba 40 centavos).
Hasta el momento, Uber cuenta con la ventaja de ser el precursor en el mercado. Eso le da un atractivo agregado. No obstante, también incluye los riesgos de ser el primero que se enfrenta a toda clase de obstáculos y riesgos. Mientras que empresas como Taxify entran al mercado con la ventaja de aprender de los errores de sus predecesores. El tiempo dirá si los clientes elegirán fidelidad sobre innovación.