El día de ayer se llevaron a cabo las elecciones parlamentarias en Austria. Los partidos de derecha sumaron muchos votos. Pero al no tener mayoría, el partido que quedó en primer lugar -Partido Popular (ÖVP)- debe forjar una alianza. Solían tener una alianza con la SPO, el partido social-demócrata, pero tras recientes escándalos la alianza fue disuelta por el actual presidente del partido. Con apenas 30 años, Sebastián Kurz se convirtió en el líder del partido conservador ÖVP. Ahora a sus 31, es el líder mundial más joven y se perfila para ser el canciller. Si esto sucede, la vecina Alemania se quedaría sin su aliado principal y más cercano. Lo cual podría influir sobre la Unión Europea.
Sebastian Kurz es un politólogo austríaco. Desde 2013 ha sido Ministro de Relaciones Exteriores e Integración, convirtiéndose así en el Ministro de Asuntos Exteriores más joven de Europa a la corta edad de 27 años. Su carrera política creció rápidamente y en mayo de este año se convirtió en el presidente del Partido del Pueblo Austríaco (ÖVP).
Luego de las elecciones legislativas de ayer, el Partido del Pueblo Austríaco (ÖVP) -dirigido por Kurz- obtuvo la mayoría de los escaños en el Consejo Nacional, lo que le podría permitir liderar al próximo gobierno.
Por el momento solo existen resultados preliminares. Los resultados más detallados de las elecciones serán anunciados el jueves, y el resultado oficial completo será declarado el 31 de octubre, según CNN.
Pese a que el partido de Kurz está en el gobierno hace 30 años, el lema del partido es lograr un cambio. Lo hace no a través del partido en sí, sino de la figura que lo lidera. Es decir, en lugar de hacer una campaña partidista, fue personalista. Tanto es así que hay publicidades donde aparecen las siglas del partido y al lado dice: “Lista de Sebastian Kurz”.
Según el periodista austríaco Gernot Bauer, Kurz es “como una estrella del pop”. En un partículo publicado en NPR, dijo: “Es como Justin Bieber, las personas quieren hacer selfies con él por horas. Creo que el 20 por ciento de su campaña fue solo hacer fotos y selfies”.
Ante el temor de su popularidad, el partido que fue históricamente aliado del suyo, fue partícipe de una campaña en su contra. A fines de septiembre, la revista austriaca Profil informó que Tal Zilberstein, un ex asesor electoral de la SPO, había ayudado a establecer dos páginas de Facebook que buscaban desprestigiar a Kurz, exageraba las opiniones de Kurz sobre la inmigración y publicaba contenido antisemita. El partido de Kurz amenazó con tomar acciones legales por injuria.
Adicionalmente, el mismo consultor político israelí fue detenido en su país natal por lavado de dinero, junto a varios diplomáticos; según reporta el diario israelí JPost. Estos escándalos lograron disolver la alianza entre el ÖVP y la SPO, con lo cual el partido que se consagra como segunda fuerza en Austria se perfila como posible aliado. Se trata del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) que está más a la derecha –considerado nacionalista- que el ÖVP que se denomina centro-derecha.
El Partido Popular conservador (ÖVP) fue el primero con el 31.4% de los votos. Le siguió el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) con 27.4% y el Partido Socialdemócrata de centro-derecha (SPÖ) con 26.7%, según los resultados preliminares del ministerio de interior.
También de acuerdo con los resultados preliminares del Ministerio del Interior austriaco, el ÖVP ha ganado 61 de los 183 asientos disponibles del Consejo Nacional.
Como líder de ÖVP, el punto focal de la campaña de Kurz fue la inmigración. Prometió frenar la migración desde Medio Oriente y África. Luego del influjo de alrededor de 1.3 millones de refugiados y migrantes a Europa en busca de asilo en 2015, de los cuales Austria aceptó 90.000 ese mismo año; Kurz dijo a la Unión Europea que no quería tomar más refugiados y migrantes.
En junio de este año dijo que quería abolir los jardines de infantes para musulmanes, diciendo que ayudan a forjar “sociedades paralelas” incompatibles con la de Austria. El canal de medios Reuters reporta que la FPÖ hizo la misma demanda durante años.
Un mes después, en julio, según lo citado por Politico, Kurz dijo: “Sabemos lo que hay que hacer … La ruta del Mar Mediterráneo debe cerrarse, mejor hoy que mañana”.
Este discurso de inmediatez fue el que manejó durante toda su campaña: “Ahora o nunca”, “mejor hoy que mañana”. Por ello sus adversarios recalcan que su propuesta no trasciende del tema que capta atención. Según Reuters, el líder del partido Verde en Austria, el partido con menos votos ayer, Ulrike Lunacek, le dijo a Kurz durante un debate: “Es realmente notable. En todos los asuntos, logras cambiar el tema de inmediato a los refugiados y al Islam político”.
De acuerdo al consultor político en Vienna, Thomas Hefner en un reportaje de Bloomberg, “No habrá un debate para abandonar la Unión Europea, pero el partido de la libertad es lo suficientemente fuerte como para exigir concesiones significativas y podría llevar a Austria a alinearse más a menudo con países del este de Europa que han cuestionado a Merkel sobre varios temas, incluyendo la migración”.
Con el carisma que caracteriza a Kurz, logra decir lo que otros no se atreven o bien decirlo de manera que resulta más digerible que cuando lo dicen otros con posturas más radicales. Pero más que Kurz y su partido, lo que genera expectativa ahora es saber -una vez que termine la contabilidad de los votos- con quién formará una alianza el ÖVP. Si se alía con el SPÖ, serán aliados de Merkel y fortalecerán el modelo de la Unión Europea. Si se alían con el FPÖ., tomarán un giro más nacionalista y consigo Alemania -con Merkel- perderá a su aliado más cercano geográfica e ideológicamente y como tal Europa se vería más polarizada.
Fuentes: Business Insider, BBC