Uno de los sectores de la población que garantizó la elección de Trump, fue el de los pequeños productores; quienes luego de un año de gobierno no solo han reitirado su respaldo sino que lo han fortalecido.
Según informa el índice de optimismo para pequeñas empresas de NFIB, National Federation of Independent Business, la Federación Nacional de Negocios Independientes, “la confianza de las pequeñas empresas se disparó el día posterior a las elecciones de 2016 y permaneció en la estratosfera durante todo 2017”, convirtiendo el año pasado en un año que establece récord para el índice NFIB de optimismo de la pequeña empresa.
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En noviembre, alcanzó un máximo histórico. Se estima que fue notorio en contraste a los dos meses previos, un fenómeno rebote. La incertidumbre generada por los huracanes que azotaron la costa este y partes del centro-sur del país en septiembre y octubre produjo una caída en septiembre y octubre.
En diciembre volvió a caer 2,6 puntos a 104,9, por debajo del récord de 107,5 del mes pasado. El último mes del año volvió el índice al promedio general del 2017, uno favorable.
De los siete componentes que toma en cuenta el índice, dos aumentaron en diciembre —respecto a noviembre— y cinco disminuyeron.
La caída más abrupta fue en las condiciones empresariales esperadas, disminuyeron 11 puntos. Esta categoría, al ser subjetiva, tiende a fluctuar bruscamente. Pues se trata de las expectativas deseadas.
Lo que más bajó el optimismo de los propietarios de pequeñas empresas fue la escasez de la mano de obra en 2017. El Informe de empleos de NFIB la semana pasada mostró que el problema alcanza niveles récord. Influido presumiblemente por el aumento en muchos estados del salario mínimo.
La cadena de restaurantes, Red Robin, por ejemplo, despidió a todo el personal que limpiaba mesas; conocidos como busboys. Dado el aumento del salario mínimo, mantener esos empleados implicaría un gasto de 8 millones de dólares por año.
Incluso las sucursales de cadenas de grandes productores se han visto afectadas por esta medida. Subway, que produce el tradicional sándwich que mide un pie (30 centímetros) y cuesta USD $4,99, relanzó su producto en todo el país.
Sin embargo, en la ciudad estadounidense de Seattle, donde el sueldo mínimo es USD $15, el producto no pudo ser vendido; debido que no se puede sostener el costo.
En contraste, lo que mejoró significativamente en diciembre el índice de optimismo —aumentando 14 puntos— fueron las ventas. En noviembre, un 5 % neto negativo de todas las empresas reportó incrementos de ventas. 9 % neto reportó mayores ventas en diciembre, lo que indica una temporada festiva muy fuerte para las pequeñas empresas.
“2017 fue el año más extraordinario en los 45 años de historia del índice de optimismo NFIB”, dijo la presidenta y CEO de NFIB, Juanita Duggan.
Agregó: “Con un recorte impositivo masivo este año, acompañado de un importante alivio regulatorio, esperamos un crecimiento muy fuerte, millones de empleos más y un mayor salario para los estadounidenses”.
Pese a que el índice de optimismo del mes pasado llegó a 104,9, un poco más bajo que el informe de noviembre, sigue siendo un récord y un rendimiento históricamente excepcional.
Eso hace que 2017 sea el año más fuerte en la historia de la encuesta. El índice mensual promedio para 2017 fue 104,8, mientras que el mayor registro alcanzado anteriormente fue 104,6, en 2004.
Según el director del sector económico de NFIB, Bill Dunkelberg: “Hemos estado haciendo esta investigación durante casi medio siglo, más que cualquier otra entidad, y nunca he visto algo como el 2017”. “Las elecciones de 2016 fueron como la ruptura de una represa. Estaban esperando mejores políticas de Washington, de repente las obtuvieron, y el motor de la economía volvió a cobrar vida “.
“La lección de 2017 es que mejores políticas contribuyen a mejores resultados económicos”, dijo Duggan. “La evidencia es abrumadora de que los propietarios de pequeñas empresas prestan mucha atención a Washington, y que las políticas federales afectan sus decisiones sobre contratación, inversión, crecimiento del inventario y búsqueda de capital”.
De acuerdo a la investigación del NFIB, este optimismo récord se logró en el 2017 por la expectativa de mejores políticas económicas de Washington. Sumado a la suspensión del ataque regulatorio a los negocios y ahora un recorte masivo de impuestos respondió a dos de las tres principales preocupaciones para los propietarios de pequeñas empresas.