
Se adelantó el traspaso de poder en Cuba: este miércoles 18 de abril está previsto que Raúl Castro elija a su sucesor. En esta decisión, donde los ciudadanos cubanos no eligen a su gobernante, pese a que participan en una supuesta votación, los exiliados ni siquiera tienen derecho a votar; pues el cubano exiliado es considerado contrarrevolucionario al abandonar la isla gobernada por los Castro.
«En Cuba pretenden continuar con la barbarie pasando por encima de nuestros derechos en un momento en el que ellos no tienen líder político ni un modelo de país que ofrecer. Entonces nos toca presionar dentro y fuera de la isla para arrebatarles el poder que pretenden mantener y restaurar la democracia en Cuba a través de restaurar la soberanía a los ciudadanos mediante el voto», explica Liu Santiesteban, conductora del programa en Facebook Live Despierta Cuba y promotora de Cuba Decide, un movimiento que busca una transición democrática invalidando la Constitución socialista.
Derecho al voto de los exiliados
Santiesteban destaca el papel que jugarán los exiliados «en la reconstrucción de todos los aspectos de la sociedad cubana una vez que vivamos en libertad».
Para ello propone «un plebiscito supervisado internacionalmente y en el que los votos no sean controlados por el centro electoral cubano, en un ambiente de libertad de prensa y partidos políticos. Hay que llevarlo a la aceptación de la derrota mediante el rechazo internacional y de la ciudadanía dentro y fuera de Cuba».

El cineasta Lilo Vilaplana, las activistas Bárbara Travieso, Liu Santiesteban e Irasema Otero manifestando por la participación ciudadana del exilio cubano. (Liu Santiestaban)
«Los exiliados somos parte de la nación cubana. En cualquier parte del mundo tú vives en otro país y mantienes tu derecho al voto a distancia incluso a presentarte como candidato. En Cuba nada de esto ocurre. Es otro de los tantos derechos que nos han secuestrado», agrega.
Explica que los exiliados conocen, al haber salido del régimen represivo de los Castro, los mecanismos de la libertad y entienden que «los derechos nos pertenecen y que, por tanto, ningún estado está facultado para quitarlos».
Además resalta la importancia del acceso a Internet y a la información que existe en el exilio, a diferencia de la isla y cómo eso repercute para ser facilitadores de dicho acceso para los isleños.
Lo mismo aplica para la economía. Cuentan con recursos para apoyar a los opositores dentro de Cuba e invitan a la comunidad internacional a colaborar de igual manera.
Tanto es así que en su carácter de enemigo, quienes son interceptados migrando sin autorización son criminalizados e incluso ejecutados.
En homenaje a ellos, Liu, junto a integrantes de Cuba Decide, Movimiento Democrático, Unpacu y exiliados autoconvocados, tomaron las calles de Miami en su honor, en particular de las víctimas del hundimiento del remolcador 13 de Marzo.
“La orden de Fidel Castro fue dejar que nos alejáramos de las costas cubanas con el objetivo de que no hubiera testigos. Una vez alejados, la orden era arrojarnos chorros de agua a presión para neutralizarnos. Muchos sacaron a sus hijos anteponiéndolos a sus atacantes con el objetivo de que se apiadaran aunque sea de las pequeñas criaturas, pero esto no fue suficiente», cuenta Gustavo Martínez, uno de los sobrevivientes.
«La otra orden de Fidel Castro era no dejar testigos y en el momento en que nos iban a arrollar con las propelas (hélices) de los barcos con el objetivo de no dejar testigos, se oyó una voz —que nadie supo de donde salió— que gritó: ¡Nooooooo! Fue algo estrepitoso y sobrenatural lo que le salvó la vida a los pocos sobrevivientes que quedábamos. Eso fue lo que hizo que los barcos asesinos se detuvieran y no ejecutaran la última orden de Fidel Castro», explicó.
«Luego fuimos llevados a las prisiones cubanas donde fuimos torturados física y psicológicamente. Nos hicieron filmar videos con testimonios. Nos hacían preguntas para responder que sí y otras que no. Luego, la dictadura editó los videos de forma tal que algunas de las respuestas que debieron ser no, en la edición las pusieron como sí, y viceversa”.

Homenaje a los asesinados por la orden de Castro de hundir la embarcación donde se exiliaban. (Bárbara Travieso)
De los 72 cubanos en la embarcación, fallecieron 27 adultos y 11 niños, de los cuales la menor era la hija de seis meses del entrevistado.
En conmemoración a los fallecidos ese día, los rostros de los niños asesinados aparecían fotografiados con cruces blancas, durante la manifestación en las calles de Miami, capital del exilio, el domingo 15 de abril, en exigencia al derecho de reconocimiento de los exiliados como ciudadanos plenos, como lo propone Cuba Decide y no lo que sucede hasta hoy en Cuba con los Castro.