A las 9:00 de la noche del 8 de mayo un patrullero y seis policías llegaron a la residencia de la familia de Ana Olema, artista y activista exiliada cubana, en La Habana, Cuba. Pero la Seguridad del Estado no la encontró. Después de haber caminado hasta los EE.UU., en búsqueda de libertad, desde Ecuador cuando este país tenía convenio con Cuba, pasaron cinco años hasta que Olema volvió a su tierra natal invitada por el Instituto Instar que dirige la artista Tania Bruguera a exponer en la Bienal 00 de La Habana. Ahora, se desconoce su paradero.
Su novio, también activista y exiliado, Diddier Santos Moleiro, informó que las fuerzas del Estado no han dado motivo oficial por el cual se han presentado en el domicilio familiar. Sin embargo, tanto él como la socia de Olema consideran que las temáticas de su obra influyen.
Una se titula “Un minuto para Cuba” y consiste de un video que compila el testimonio de incontables cubanos que -a lo largo de un minuto- declaran qué cambios quisieran en Cuba. La otra, “Expropiada” es una demanda contra el Estado cubano por los atropellos que comete contra cuatro artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como contra los derechos naturales a la vida, propiedad y libertad, que preceden al Estado.
Puede escuchar el testimonio completo aquí.
Con su demanda, Ana Olema pretende unir a los cubanos, de modo que defiendan sus derechos individuales. Para ello, propone la construcción de un movimiento a los derechos individuales fuera del parlamento, así la legislación reconoce que los ciudadanos son individuos y no instrumentos de propaganda que son adoctrinados desde la escuela.
Pues plantea que el gobierno de base socialista científica ha expropiado a los cubanos de todo, desde su cuerpo, y por ello busca la consideración del ciudadano como individuo.
Quienes le apoyan, están usando en redes sociales la consigna #EstoyConAna y filmando videos de apoyo.
https://www.facebook.com/liusc10/videos/10216364172879037/?q=Liu%20Santiesteban
Su novio, Diddier Santos Moleiro, elaboró un video explicando lo que sucede e invocando apoyo para su causa.
https://www.facebook.com/diddier.santosmoleiro/videos/10212179438501423/?notif_id=1525876440426448¬if_t=tagged_with_story
“No esperaba tenerlo que hacer. Pero estoy denunciando la persecución y el acoso injustificado sobre mi novia, la artista Ana Olema. No sabemos por qué está siendo perseguida, no sabemos por qué la seguridad del Estado ha activado este operativo contra ella, pero queremos hacer responsable al gobierno de Raúl Castro de cualquier cosa que le pueda suceder a Ana Olema”, dice.
“No tenemos miedo, pero sabemos la capacidad criminal y asesina de Raúl Castro”, agrega.
Concluye: “Seguiremos en lucha. Estamos en pie de combate. No nos vamos a rendir. El miedo no es una opción. ¡Viva Cuba Libre!”.
Efectivamente, Diddier conoce bien de lo que es capaz el Estado cubano. En vista del éxito del Festival Rotilla, donde él era el productor (y sigue siendo desde el exilio), un espacio alternativo para las voces invisibilizadas en medios autorizados por el Estado, a través del Ministerio de Cultura, el Estado cubano expropió el Festival Rotilla.
Santos Moleiro se exilió luego de haber sido arrestado por el régimen por su protesta contra la expropiación del festival. Así como lo leen. En Cuba, fiel a los preceptos de manejo centralizado que pregona el socialismo, toda actividad y emprendimiento termina en manos del Estado.
Ahora, desde el exilio, junto con la socia de Ana Olema, conocida como La Jiri, está manejando sus redes sociales para visibilizar su obra dentro y fuera de Cuba. Hasta que aparezca o haya noticias suyas, los esfuerzos serán abocados a la emisión y publicación de información sobre su bienestar.