Al grito de “¡no más hijos rehenes!” la Agrupación Argentina de Familias por los Niños hizo una convocatoria frente al edificio del Congreso en Buenos Aires el domingo 24 de junio para protestar la desvinculación de menores de sus familias cuando sus padres están divorciados.
Fue un día familiar. Tomaron mate, bebida típica argentina. Hubo torta/pastel y algunos padres se vistieron de payasos para alegrar a los niños presentes, incluso se festejó un cumpleaños de una de las niñas separada de su primo, ya que a su tío se le niegan las visitas.
Los integrantes de la convocatoria resaltaron términos como “identidad“, “igualdad“, “derechos de la mujer” que están muy presentes en los medios y en las calles, pero que no se respetan cuando se trata de niños separados de sus padres.
Las familias separadas alegan que la “obstrucción de vínculo es igual a la supresión de identidad”, pues niegan al menor una relación con la mitad de su familia y por tanto con su origen.
Hubo madres desvinculadas presentes. En la actualidad, forman menos del 35% de los casos. Sin embargo, la madre no es la única mujer afectada en una separación sino que también lo son las abuelas, tías, hermanas, primas e hijas y lo que se conoce como “progenitor afín”. Se refiere a la pareja actual del padre o la madre.
Por ello varias progenitoras afines se manifestaron activas en el respaldo a sus parejas y esposos que no logran ver a sus hijos de manera constante y algunos en absoluto, por tanto ellas tampoco. Es decir, no logran estructurar una nueva familia donde los hijos de sus parejas sean parte, porque la lentitud y en muchos casos las presiones de los procesos judiciales no lo permite.
Una abuela presente, por ejemplo, acudió por su lado a la justicia para ver a su nieto, cuya le negó el acceso al padre (su hijo), al menos una vez por semana.
Explican que en tribunales familiares no es necesario presentar pruebas para denuncias, basta con la palabra de la denunciante para que un padre esté distanciado de su hijo por una “perimetral”, una orden que impide acercarse a su hijo a una delimitada distancia, lo cual niega legalmente su encuentro.
Con lo cual se niega no solo la presunción de la inocencia, base misma de la justicia, sino que -contrario a lo que dicta la premisa “inocente hasta demostrar lo contrario”- el padre está obligado a demostrar la inocencia en lugar de la parte acusadora de demostrar su culpabilidad.
Pero no es un problema local sino masivo. AAFANI está en comunicación con padres separados de sus familias en Chile , Bolivia , Peru, Colombia , Venezuela, Guatemala , Brasil , Uruguay,Costa Rica , Francia , España y México.
Algunos son auto-convocados y otros ya han formado coaliciones como: Stop Abuso Uruguay, STOP España, Alienação parental Brasil, SOS Papai Brasil y Caminando juntos México.
AAFANI no tiene jerarquías ni directores. Uno de sus integrantes explica que los menores no tienen por qué verse afectados por los malos entendidos entre adultos. Es decir, la separación de los padres no tendría que afectar a los hijos. Pues aunque los padres ya no estén juntos, los niños siguen siendo hijos de ambos.
En resumen, piden que el Estado garantice la igualdad ante la ley, que no perjudique ni a padres ni a hijos y que el sistema de justicia restaure la presunción de inocencia a la par de mejorar los tiempos de los trámites que consumen meses y hasta años de la niñez de sus hijos, tiempo en el que son separados de sus padres.
Como cierre, invitan a la Plaza de Mayo el Día del Niño, 19 de agosto, a conocer su causa a fondo y para que más padres se acerquen a hacer escuchar su voz.