Pese al saldo de más de 350 muertos, las filmaciones en vivo de los tiroteos, la represión y las huellas de balas en el templo parroquial Jesús de la Divina Misericordia, la noche del 23 de julio, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, negó frente a la cadena de noticias Fox que la violencia es comandada por él.
En primer lugar, dijo que ya hace una semana han cesado los disturbios, aunque las calles no dicen lo mismo.
El 17 de julio fue el “Asalto a Masaya”, donde más de 1.500 efectivos del Ejército, la Policía y paramilitares asediaron la ciudad de Masaya. Lanzaron un fuerte ataque contra el barrio indígena de Monimbó. Acusaron al líder de la oposición Medardo Mairena de terrorismo y tentativa de romper el orden constitucional del país.
Como represalia, el 18 de julio, la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó una sesión extraordinaria.
A través de un comunicado de prensa titulado “OEA condena violencia en Nicaragua y llama al Gobierno a acordar un calendario electoral” la organización manifestó su descontento.
Sin embargo, en una entrevista con la cadena Fox, Ortega adjudicó la violencia a familias paramilitares sandinistas y culpó a los medios, en particular de EE. UU. de hacer campañas en su contra.
Esto, luego que el reportero de la cadena comentó al presidente que el Congreso de los EE. UU. estaba elaborando una resolución contra la violencia ejercida en la nación centroamericana.
Explicó que han habido tanto manifestaciones a favor como en contra del gobierno a raíz de una reforma sobre la Seguridad Social.
Y alegó que ninguna manifestación pacífica ha sido atacada.
Por el contrario, sostiene que han habido ataques violentos contra las fuerzas policiales.
Sostiene que los choques han sido en horas de la noche y perpetuadas por fuerzas ajenas al gobierno.
Inicialmente dijo que las fuerzas paramilitares son familias sandinistas, como lo es el partido de gobierno, el suyo, como lo fue él en sus tiempos revolucionarios.
Cuando el entrevistador recalcó que las manifestaciones en contra del gobierno han sido reprimidas, sobre todo aquellas enfocadas en el rechazo a la remoción del presidente de límites temporales en los años de mandato que le han perpetuado en el poder ya 11 años junto a su esposa.
“Ni se me ocurre montar una dinastía”, fue su respuesta.
No obstante, en el 2014, los diputados del partido oficialista de Nicaragua – el Frente Sandinista – reformaron 46 artículos y eliminaron el artículo 147 de la Constitución, que prohibía la reelección consecutiva. Con 64 votos a favor y 25 en contra, el órgano legislativo permitió que el actual presidente Daniel Ortega pueda optar por la reelección indefinida.
«Como Jesús los sacerdotes se han expuesto como buenos samaritanos, armados solo de caridad. Por eso también hemos convertido muchos de nuestros templos en verdaderos hospitales para atender a los heridos y en lugares de refugio para que muchos salvaran sus vidas» (Homilía hoy).
— Silvio José Báez (@silviojbaez) July 22, 2018
Luego que la cadena internacional expuso declaraciones de madres de familia que narraban la violencia padecida por los jóvenes en las calles, Ortega dijo que la muerte es la parte más difícil y sonrió, “para equilibrar el reportaje”, hablando de cuerpos quemados como técnica para generar miedo.
Adjudicó la organización de agrupaciones paramilitares a grupos con representación parlamentaria, como el partido liberal.
También dijo que los paramilitares son financiados por el narcotráfico y por organizaciones capaces de proveer armamento suficiente para asaltar puestos policiales.
CIDH ya ha advertido de la existencia de una “campaña de estigmatización” contra la Iglesia Católica en #Nicaragua y respaldó su labor https://t.co/rGjy63FYpd #23Jul
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) July 24, 2018
Asimismo, negó que hayan habido ataques contra la iglesia y que nadie ha muerto en las inmediaciones.
Pero las fotos, videos y testimonios de los fieles dicen lo opuesto.
Por ejemplo, el domingo 15 de julio, fue atacado a tiros el vehículo en el que viajaba el obispo nicaragüense Abelardo Mata fue atacado a tiros por parapolicías que se encontraban esperándolo en la carretera que conduce de Managua a Masaya.
Todavía están visibles los agujeros de bala y rastros de sangre en el templo parroquial Jesús de la Divina Misericordia, hasta sobre retratos de Jesús, detrás de cuyos muros decenas de jóvenes se resguardaron de los disparos.
Incluso grupos de monjas se arrodillaron en medio de la calle para impedir el avance de los paramilitares contra los manifestantes.
#Nicaragua muestra una vez más lo que ocurre cuando el socialismo lleva lo suficiente en el poder, la desembocadura lógica es hambre, violencia y muerte https://t.co/ggm4wWDuK1 @vanesavallejo3 #19Jul
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) July 19, 2018
Frente a la pregunta sobre el lema que se grita en las calles de Nicaragua “Ortega y Somoza son la misma cosa”, en alusión al gobierno dictatorial que Ortega derrocó en sus años de revolucionario, dijo que en su caso no hay una dinastía como la familia Somoza; es apenas la primera vez que su esposa es vicepresidente.
Por último, Ortega aclaró que las elecciones están programadas para el 2021, él no ha dado la orden de adelantar las elecciones. Pues considera que traería inestabilidad e inseguridad que volverían peor la situación actual.