Queda poco más de un mes para las elecciones presidenciales de Brasil, y tanto entidades como funcionarios nacionales e internacionales exigen que pueda participar el expresidente Lula Da Silva como candidato a la presidencia, pese a estar preso por corrupción.
Incluso el Comité de Derechos Humanos de la ONU pidió no solo que pueda ejercer sus “derechos políticos” y como tal su acceso a las urnas, sino que se le garantice exposición a los medios de comunicación.
Los pedidos de esta índole llegaron a un punto donde sus defensores exclaman —literalmente— que “la democracia debe prevalecer sobre la justicia“, por medio de una columna publicada en The New York Times, firmada por el excanciller de México, Jorge Castañeda.
Al respecto, PanAm Post consultó con Lucas Bessoni Coutinho de Magalhaes, abogado con posgrado en derecho electoral, socio fundador de la Sociedad de Abogados Bessoni & Fortes que ejerce en el área electoral de 18 estados brasileños. Actualmente se desempeña como secretario de Asuntos Institucionales y Legales del Partido Novo en el estado de Minas Gerais.
¿La democracia es más importante que la justicia?
La democracia y la justicia son complementarias e inseparables.
La sustentación ideológica de ambas palabras surge de las revoluciones liberales de los siglos XVII y XVIII, que se basaban en igualdad ante la ley, libertad para elegir y responsabilidad por los actos propios. De esta conjunción se deriva la creación de poderes (o funciones) estatales, Ejecutivo, Legislativo y, sobre todo, Judicial, que garantizan la aplicabilidad de la democracia y la justicia. Son casi equivalentes entre sí en la idealización de un Estado de derecho. Solo se aplica, con legitimidad, como institución de justicia por la democracia y la democracia puede ser garantizada por las instituciones de justicia.
¿Existe la posibilidad de que Lula sea candidato desde la cárcel?
Según la legislación brasileña, el individuo adquiere, hasta decisión final, la condición jurídica de candidato a partir del pedido de su registro de candidatura. No es necesario, en ese sentido, esperar que sea definida para que pueda ser considerado candidato. En ese sentido, el expresidente Lula requirió su registro de candidatura el 15 de agosto y, por eso, ya es técnicamente considerado candidato.
Como tal, él puede practicar todos los actos de campaña normalmente, hasta que sobrevenga la decisión final acerca de su registro. Lo que no se confunde con la situación de preso condenado en segundo grado por un crimen definido por la Ley de Ficha limpia.
Es decir, el candidato que esté con su registro de candidatura bajo análisis del poder judicial puede practicar todos los actos de campaña, mientras no esté preso por condena criminal, como es el caso del expresidente Lula. Por eso, en nuestra visión, él debe seguir preso, sin la posibilidad de practicar los actos de campaña.
¿Hay evidencia suficiente para que Lula esté en prisión?
El proceso del expresidente contó con la observancia de todos los principios y reglas procesales, principalmente la amplia defensa. Fue un proceso similar a cualquier otro que da la esfera penal, con oportunidades para una presentación de pruebas, defensas y recursos. La sentencia condenatoria de la labranza del Juez Sérgio Moro posee más de 200 páginas de fundamentación y descripción de pruebas.
Además, dicha sentencia fue confirmada con el incremento de la pena en modelo de segunda instancia (TRF4). Lo que sucedió es que el expresidente Lula no logra defenderse con éxito de las acusaciones ni de las pruebas presentadas.
¿El proceso judicial que sentenció a Lula a prisión fue transparente?
De acuerdo con lo que nos consta, el principio de publicidad (que sea público el proceso judicial) se respetó en todo el proceso del expresidente Lula. Además, por ser una figura importante de la política nacional, los medios de comunicación acompañan cada momento del proceso.
Sumado a eso, con la ayuda de las redes sociales en Internet, hasta las audiencias y testimonios de testigos fueron divulgados por miles de brasileños. Por este motivo considero difícil cuestionar la transparencia que rodea todo el proceso que culmina en la condena del líder del PT.
¿Existe la posibilidad de que Lula sea liberado antes de las elecciones?
El ex presidente Lula fue condenado criminalmente. De este modo, entiendo que su condena a prisión fue legítima. Sin embargo, puede ser liberado aún durante el proceso electoral. Porque hay dos ADC (acciones directas constitucionales) en trámite en el Tribunal Supremo Federal (STF) que cuestionan la posibilidad de prisión después de la segunda instancia.
Estas ADC no están pendientes de votación ante el STF. Lo que podría ocurrir en cualquier momento, es que se elija como nuevo presidente del STF, al ministro (y vicepresidente de este tribunal) Dias Toffoli, que fue abogado del partido del expresidente Lula, el PT.
De acuerdo con la actual composición de la Suprema Corte, es probable que el plenario del STF decida la imposibilidad de prisión en segunda instancia, debiendo el proceso criminal observar el tránsito en juzgado, que es cuando la decisión final es inmutable. De esta forma, el expresidente Lula podrá recurrir a las otras instancias en libertad.
Lo más irónico de todo esto es que la Ley de la Ficha Limpia, que llevó al expresidente Lula a la cárcel antes de la decisión final, fue sancionada por él mismo en 2010, mientras aún era Presidente de la República.