
Contrario a las declaraciones del expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista del Obrero Español, quien alega que el éxodo venezolano es culpa de las sanciones impartidas por los Estados Unidos, exiliados afirman que el origen común del éxodo de los tres países yace en La Habana.
“En Cuba, Venezuela y Nicaragua hay tres gobiernos diferentes y son un mismo régimen, un régimen comunista controlado por la inteligencia castrista, que está utilizando a esos países para mantener el poder a la oligarquía comunista”, dijo Orlando Gutiérrez Boronat del Directorio Democrático Cubano.
“Por eso los cubanos, venezolanos y los hermanos nicaragüenses que están en pie de lucha, que están en resistencia abierta, contra el sandinismo, tienen el respaldo del pueblo cubano, de la Asamblea de la Resistencia Cubana, en estos momentos claves para liberar a Cuba, Nicaragua y Venezuela”, agrega.
Por su parte, Juan José López-Díaz, abogado y activista cubano exiliado, sostiene que “el enemigo común es el comunismo, este socialismo del siglo XXI, que ha depredado Venezuela, que está acabando con Nicaragua y esto ha destruido a Cuba”.
“Me siento muy honrado de que las personas que mantienen una posición intransigente contra este comunismo latinoamericano que está perjudicando la libertad y prosperidad de nuestros pueblos se unan para combatirlo”, concluye.
Sin embargo, Zapatero, quien presidió sobre la Madre Patria (de quien Cuba fue la última colonia latinoamericana en independizarse), hoy sostiene que la culpa del éxodo venezolano es de los EE. UU. Cabe resaltar que Zapatero fue observador de las elecciones de Venezuela y no resaltó irregularidades. Pese a que no pudo participar la oposición.
Cabe resaltar lo curioso que es que así como los defensores del socialismo culpan de la miseria que hay en Cuba a EE. UU. por el embargo (que no es bloqueo), hoy aplican la misma fórmula a Venezuela. Confesando así, que la solución es el libre mercado; una ironía de la que ellos mismos no se dan cuenta.
“Como siempre ocurre con las sanciones económicas que producen un bloqueo financiero, quien, en definitiva, en ultima instancia, lo paga no es el Gobierno, sino los ciudadanos, el pueblo. Esto debería dar lugar a una cierta reflexión” y “consideración”, dijo Zapatero durante un foro en la ciudad brasileña de Sao Paulo.
Fue precisamente en esa ciudad donde, junto al líder sindical que luego fue presidente y ahora está preso por corrupción, Lula Da Silva, de la mano de Fidel Castro, armaron el Foro de Sao Paulo que reorganizó el socialismo internacionalista tras la caída del Muro de Berlín y, por tanto, el bloque socialista que hasta el momento solventaba las ambiciones marxistas.
La función de Brasil era clave, su situación geográfica (limítrofe con todos los países de Sudamérica salvo Ecuador) era útil para logística y el rol de Venezuela sería el de proveedor de recursos, gracias al petróleo.
Desde que triunfó el chavismo en Venezuela, entregó a Cuba más dinero que la Unión Soviética en casi 30 años. Es decir, Cuba pasó de alimentarse de uno para saquear a otro polo socialista.
Desde enero hasta mayo del 2018, 11,74 millones de barriles (unos 49.000 diarios) de petróleo han sido entregados por parte de la empresa estatal de Petróleos de Venezuela (PDVSA) a Cuba. Desde junio le ha enviado al régimen 4,19 millones de barriles más.
Pese a que la compañía está en una crisis tal que vende el crudo a EE. UU y le compra gasolina, alcanza para regalarlo a Cuba. Y a su vez, demuestra que el presunto bloqueo que alega Zapatero y los defensores del socialismo permite que todavía hayan negocios entre ambos países y no impide que colabore con sus aliados que son a su vez enemigos históricos de EE. UU.
Por eso, exiliados de Cuba, Venezuela y Nicaragua se reunieron para repudiar al mismo régimen y sistema que oprime a sus respectivos países, los Castro y el socialismo.
El 15 de septiembre, en la Pequeña Habana, los exiliados hicieron un homenaje para a Tony Izquierdo, el brigadista cubano anti-comunista que murió en Nicaragua luchando contra la dictadura sandinista en colaboración con la castrista.
Esa misma fecha marca la independencia de Nicaragua y el nacimiento del Consejo Nueva Nicaragua, una coalición de grupos de la oposición, cuyo objetivo es “fortalecer la lucha por la liberación de Nicaragua de la dictadura Ortega-Murillo y el Frente Sandinista de Liberación Nacional”, cuyas fuerzas paramilitares han matado a 448 nicaragüenses (de acuerdo a organismos de Derechos Humanos; menos de la mitad, según el gobierno de Ortega) por manifestarse en la calle contra el régimen.
“¡Viva Cuba libre! ¡Viva América sin comunismo!”, gritaron todos al unísono.