
Tras la victoria en las urnas de Jair Bolsonaro, el régimen de Maduro ve amenazada una de sus mayores fuentes de ingreso: el dinero que el Gobierno brasilero sustrae de sus ciudadanos.
Durante la campaña electoral, el presidente electo advirtió que Brasil será primero y por tanto los acuerdos bilaterales, multilaterales, al igual que pactos y alianzas que perjudiquen la soberanía o economía de su país serán revisadas y/o anuladas.
“Venezolanos mueren de hambre por la tiranía de un Gobierno que anda de la mano con la dictadura cubana. Vía BNDES y otras fuentes de su dinero Brasil es un gran patrocinador del socialismo que masacra millones en el mundo. ¡Eso cambiará! ¡Con nosotros, el foco es Brasil!”, dijo Bolsonaro durante la campaña electoral.
🇻🇪"Venezolanos mueren de hambre por la tiranía de un gobierno que anda de la mano con la dictadura cubana. Via BNDES y otras fuentes de su dinero Brasil es un gran patrocinador del socialismo que masacra millones en el mundo. ¡Eso cambiará! ¡Con nosotros, el foco es Brasil!" https://t.co/xwuNIgzo20
— Rumbo Libertad (@Rumbo_Libertad) September 30, 2018
Pero no se limita únicamente al posicionamiento del mandatario hacia el socialismo, al cual promete combatir en la declaración de principios de su partido, sino el propio presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), Dyogo Olivera, afirmó que “queda claro” que países como Cuba y Venezuela no “podían pagar” sus deudas.
Por lo cual, el presidente del banco anunció que “probablemente, (los préstamos) no deberían haber sido hechos, pero ahora tenemos que ir detrás del dinero”.
Es decir, no solo que no habrá más préstamos sino que Brasil dejará de asumir las deudas de Venezuela y empezará a cobrarlas, lo mismo aplica para Cuba.
Al momento, Cuba le debe al BNDES USD $17,4 millones en cuotas vencidas en junio, julio y agosto. Aunque “el Gobierno de Cuba se ha mostrado solícito, abierto a buscar soluciones”, “alega que, por cuenta de cuestiones climáticas y financieras, no ha tenido la capacidad de honrar totalmente los pagos”, explicó Oliveira.
El reciente cambio político podría apresurar procesos que ya están en marcha. Por ejemplo, están bajo investigación varios directivos del BNDES por su presunta participación en el escándalo de corrupción destapado en el seno de la petrolera estatal Petrobras que provocó la dimisión de Dilma Roussef y el encarcelamiento del expresidente Lula da Silva y consigo su impedimento para participar en las elecciones presidenciales.
Asimismo, la deuda por parte de Cuba y Venezuela no solo afecta las finanzas brasileras por falta de pago, sino que Brasil ha actuado como garante frente a organismos internacionales.
“El no pago por parte de Brasil tendría consecuencias indeseables para el país, que dejaría de ser considerado un buen pagador por bancos internacionales y el propio BNDES”, explicó el ministro de la Secretaría de Gobierno, Carlos Marun.
Fue necesario incluso modificar el presupuesto anual en mayo de este año debido a que Venezuela no cumplió con el pago de su deuda. “Para mantener la condición de buenos pagadores”, explicó el ministro Marum, fue necesario que Brasil pagara la deuda de ambos regímenes socialistas.
El cambio de presupuesto fue propuesto por el presidente saliente Michel Temer y autorizado por el Congreso, aunque la deuda fue incurrida bajo la presidencia de Roussef.
Cabe mencionar que el dinero forma parte de un acuerdo para importar productos de Brasil.
En enero de este año, por ejemplo, Venezuela pagó, con cuatro meses de atraso, una deuda de USD $262,5 millones que tenía con Brasil por fondos del convenio de pago de las exportaciones. Sin embargo, no fue saldada la deuda que vencía ese mes con la misma garantía.
Ahora Cuba y Venezuela tienen la presión no solo de pagar sus deudas, sino de la amenaza de perder una fuente de abastecimiento no solo de fondos sino también como garante de pago, pues en la Declaración de Principios del PSL (Partido Social Liberal) dice claramente: “políticas de esclarecimiento a la población, para concientizar acerca de los males provocados por el comunismo y el socialismo”.
De acuerdo con lo evidenciado por el BNDES, uno de esos males sería el vaciamiento económico y, por tanto, la incapacidad de pago que ha solventado hasta ahora el ciudadano brasilero, gracias a los pactos de su Gobierno con la dictadura del país vecino; una realidad que con Bolsonaro podría llegar a su fin.