Aparece como privada la cuenta de Instagram Tony Castro, nieto de Fidel, a raíz de la indignación que generó el lujo con el cual vive el sucesor de la dinastía que pregona “patria, socialismo o muerte“. Mientras fue público el perfil, se pudo observar al joven a bordo de un yate, paseando en un BMW; todo mientras en Cuba no hay harina para el pan.
Hace semanas que en Cuba cualquier cubano descubierto en posesión de harina de maíz va preso como traficante, pues actualmente es un bien más escaso que el oro y, por tanto, el cubano promedio debe hacer fila para acceder a un preciado pan.
Mientras las filas se llenan de sol a sol, gracias al hambre y la escasez, Tony Castro anda por La Habana en un BMW, ostenta sus viajes por el mundo y cenas en restaurantes de lujo.
Pero los viajes en yate no son un fenómeno exclusivo de la tercera generación. Junto al Che Guevara, Fidel Castro tiene una foto icónica a bordo de un yate, fumando un habano, como resultado de las expropiaciones que exige el socialismo para la redistribución de la riqueza.
Asimismo, el padre de “Tony”, Antonio, el tercero de los cinco hijos que tuvo Fidel, frecuenta Europa en su propio yate.
No fue hasta 2003 que se destaparon los lujos con el cual vivía el primer Antonio. Pues ganó un torneo de golf que se jugaba en un hotel de 5 estrellas, prohibitivo para el cubano de a pie.
Pese a que Fidel había prohibido el golf en los primeros años de la revolución, bajo el lema que “es un símbolo del capitalismo”, quien fue considerado su hijo preferido se destacaba jugando. De modo que quedó expuesto una vez más cómo las reglas aplican para el pueblo, pero no para sus gobernantes y tampoco para la familia y los allegados de estos.
Hoy en día, gracias a la tecnología, los excesos de los jerarcas se expone con mayor facilidad. Tanto que Tony Castro tuvo que acudir a cerrar su círculo de fans en redes sociales para no compromter más su imagen, apellido y por tanto a la revolución.
Años atrás era necesario recurrir a artimañas. En el 2006, Luis Domínguez, un periodista y activista cubano anticrastista le tuvo que tender una trampa para conocer más detalles sobre los lujos del hijo de su padre.
En vista que Antonio Castro tenía fama de Don Juan, a través de una mujer en una discoteca, el periodista consiguió el correo electrónico del heredero de la dinastía Castro y le empezó a escribir simulando ser “Claudia”.
Antonio le envió fotos personales, ostentando sus hábitos lujosos, sus encuentros con personajes célebres, viajes y posesión de artículos electrónicos que para la época eran exorbitantes en cualquier lugar, ni se diga en una isla donde la persona promedio gana menos de 30 dólares por mes.
Al respecto, Radio Martí permitió a los cubanos manifestarse. “Eso no es nuevo, eso siempre ha ocurrido, ahora ya no tienen miedo a mostrar lo que ellos tienen como poder”, José Ramón Polo, activista de la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana.
“El socialismo es la repartición igualitaria de la pobreza. Todos somos pobres, excepto ellos”, concluyó.