Con apenas 18 años, todavía no había terminado el colegio y ya lanzaba su nominación republicana para representar al distrito número 44 de Virginia Occidental en la Cámara de Delegados, declarándose “orgullosamente un cristiano conservador”.
Se trata de Caleb Hanna, el legislador negro más joven de la historia de EE. UU. que pretende reducir la intervención estatal en la vida de los ciudadanos desde la concepción y proautodefensa, ya que se declara provida, proarmas y pro-Dios.
No solo derrotó a su rival dentro de partido, Elijah Karnes, en la primaria del Partido Republicano con el 72.9 % de los votos, sino que luego expulsó a la demócrata del Partido Dana Lynch con el 60.3 % de los votos en las elecciones estatales.
En política se conoce a este fenómeno como “ley del péndulo” donde las tendencias suelen ir de un extremo a otro y los jóvenes son los más susceptibles a estas polaridades. Lo cual no resulta ser una sorpresa, pues luego de que la candidata presidencial del partido demócrata, Hillary Clinton, dijera en campaña que considera que el aborto debería ser legal los nueve meses de gestación, incluso un día antes del parto.
Esto causó rechazo y la necesidad del surgimiento de una nueva generación en la política, de jóvenes que legalmente apenas dejaron de ser niños y ahora hacen campaña en su defensa de la vida.
Your Vote Matters!☑️ pic.twitter.com/obRDSDyT3u
— Caleb L. Hanna (@DelegateHanna) May 3, 2018
Su estado natal, Virginia Occidental, quedó establecido como uno de los más provida en el país, luego de las elecciones de medio término. En dichas elecciones, que suceden por la mitad del término presidencial de cuatro años, o sea a los dos años, votan la legislación a nivel estatal.
De modo que Hanna refleja el sentir de la mayoría; quieren que la vida humana sea resguardada desde sus inicios.
Por mayoría, sus conciudadanos votaron el 6 de diciembre a favor de implementar la “Enmienda 1” a la Constitución; donde se niega financiamiento estatal para abortos. La medida establece que su Constitución no “garantiza ni protege el derecho al aborto y tampoco provee la financiación del aborto”.
Al respecto, el precandidato presidencial socialista del partido demócrata, Bernie Sanders, llama a estas medidas un retroceso y declara que no permitirá que dichas reformas lleguen a nivel federal.
We are not going back to the days when women had to risk their lives to end an unwanted pregnancy. The decision about abortion must remain a decision for the woman and her doctor to make, not the government. https://t.co/E1EYm3kgEM
— Bernie Sanders (@BernieSanders) November 9, 2018
“Apoyo el movimiento Pro-Vida de Virginia Occidental” y “seré un luchador apasionado, eficaz y conservador para el Gobierno limitado, el crecimiento económico y la Constitución”, prometió, en cambio, Caleb Hanna, en su declaración introductoria.
Y es que así como Sanders considera la prohibición del aborto una intervención del Gobierno en la vida de las mujeres, legisladores como Hanna consideran que la legalidad de dicho proceso permite el mayor alcance del Gobierno para autorizar cuáles vidas valen y, por tanto, financiar terminar con las que no.
Las promesas de mantener el Estado limitado, por parte del legislador Hanna, no se limita únicamente a su postura contra el aborto, sino también a la educación. Es oponente al sistema Common Core (núcleo común), que unifica a los niños de EE. UU. bajo un sistema educativo que no toma en cuenta sus habilidades individuales. Incluso un legislador llegó a llamarlo “abuso infantil financiado desde el Estado” en el libro Los crímenes de los educadores, donde se critica a este sistema.
“No hay duda de que este esquema de Obama para nacionalizar la educación está diseñado no para educar a los niños adecuadamente, sino para moldear sus mentes con propaganda y reducir sus capacidades de pensamiento crítico para propósitos nefarios”, explica Andrew Newman, autor de la obra.
“El Gobierno no es dueño de sus hijos, por lo que, independientemente de lo que digan los burócratas y políticos en algunos estados especialmente radicales, los padres deben mantenerse absolutamente firmes para proteger a sus hijos y su privacidad”, afirmó Newman. “No podemos permitir que el Gobierno usurpe el papel de los padres en la crianza de los hijos y la toma de decisiones sobre educación o cualquier otra cosa”.
Son cada vez más los estados que se desvinculan de este sistema educativo, inicialmente adoptado en 46 de los 50 estados, que ha logrado que EE UU. baje estrepitosamente en exámenes internacionales.
Ahora Hanna se ha propuesto que su estado, Virginia Occidental, sea uno de ellos. Declara, “Dios, las armas y los bebés, eso resume bastante bien mi filosofía política”.
Afirma que el Partido Demócrata nacional es incompatible con sus valores sobre el derecho a la vida y otras cuestiones, pues impone la intervención estatal en cada aspecto de la vida.
Pues propone que la autodefensa es fundamental para resguardar la vida y aminorar el control estatal, mientras que el Partido Demócrata quiere reducir la portación de armas a civiles y pretenden que sea el Estado quién autorice desde y hasta cuándo la vida tiene valor, mientras que él la considera sagrada.