México puso un freno al aislamiento que pretendía el Grupo de Lima, los líderes de 13 países de América Latina comprometidos a desconocer el nuevo mandato de Nicolás Maduro. Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador no asistió personalmente, sí envió al encargado de negocios de la Embajada.
Así el rechazo no se percibió como un fenómeno continental, como se pretendía, sino como una alianza de un sector de la región. Pues AMLO no solo envió un representante, sino que invitó a Maduro a su posesión.
Luego de Brasil, cuyo actual presidente Jair Bolsonaro declaró abiertamente que los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela no eran bienvenidos a su asunción, México es el país más grande y poblado de América Latina. De modo que su accionar político es influyente sobre el resto del continente.
Si bien AMLO no ha sido frontal en su respaldo a Maduro, tampoco ha sido abiertamente crítico. Ha mantenido una actitud similar frente a Donald Trump, pese a las afrentas de este y la constante amenaza del muro. Mientras que dentro de su partido han habido diversas manifestaciones muy claras.
Por ejemplo, Yeidckol Polevnsky, la presidente de Morena, el partido de AMLO, no solo festejó el aniversario de la dictadura cubana el 1 de enero, sino que lo anunció como un ejemplo a seguir citó al presidente Miguel Díaz-Canel, que no fue elegido por el pueblo cubano, sino designado por el Partido Comunista, alegando que “un mundo mejor es posible”.
Asimismo, ella se refirió al Grupo de Lima públicamente como una “aberración”.
En privado, en cambio, fue capturada anunciando que “el gobierno de Venezuela es un ejemplo para nuestra América” y que “Maduro ha sido un presidente leal a los principios chavistas”. Concluyó exclamando: “ayúdennos a hablar de la grandeza de Hugo Chávez, de lo grande que es el gobierno de bolivariano de Venezuela”.
Al grito de “¡viva México”, Maduro agradeció la presencia del emisario de AMLO para integrar a su gobierno al bloque de respaldo con el que cuenta el dictador venezolano; entre ellos los que proveen ayuda militar y económica a Venezuela: Rusia, China, Irán y Turquía, naciones conocidas por sus atropellos contra la población civil.
Productiva reunión con Amir Hatami, ministro de la Defensa y Logística de la Fuerza Armada de la República Islámica de Irán y enviado especial del Presidente Hasán Rohaní. Conversamos sobre los preparativos para la IX Comisión Mixta de Alto Nivel y otros temas de interés común. pic.twitter.com/hDGjQ0LMLx
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) January 11, 2019
Aunque AMLO dice que no intervendrá en asuntos internos de otros países, ya que alega que no le gustaría que hiciesen con México, sí integró al dictador venezolano en su asunción, así como mandó representación a la renovación del mandato de este; lo cual es un reconocimiento en sí mismo.
Y es que la crisis que producen países como Nicaragua y Venezuela han producido un éxodo en el continente entero, eso incluye el influjo de inmigrantes que están varados en México.
Se estima que más de 1 millón de nicaragüenses migraron a Costa Rica, aunque solo 20.000 han sido reconocidos como refugiados. No se conocen cifras exactas, puesto que el presidente costarricense se niega a entregarle a Daniel Ortega los nombres de quienes acoge para que sus familias no sufran represalias. Esto significa que corresponden ya a más 20% de la población total.
En el caso de Venezuela, solo en Ecuador, que ni siquiera tiene frontera con dicho país, solo en el 2018, los inmigrantes superaron los 540.000. Lo cual se estima es menos de la mitad de los que llegan al país vecino, Colombia.
Desde México, surgen fuertes críticas entre la oposición e incluso campañas de terror, alegando que con AMLO el pais podria convertirs en una Venezuela en el futuro. Ahora que ha empezado el desabastecimiento de combustible y productos de necesidad básica, se potencia.
Pues si la misma presidente del partido de AMLO anuncia que el gobierno de Venezuela es un ejemplo a seguir, entonces el hambre será lo que depara a los mexicanos.