EE. UU. era el mayor importador de petróleo de Venezuela hasta que Nicolás Maduro desconoció al presidente constitucional, Juan Guaidó. Sin embargo, políticos como el exalcalde de Londres, Ken Livingstone, afirman que la crisis venezolana es culpa de las sanciones económicas de dicho país y no de las políticas expropiadoras del socialismo que pregonan en sus propios países.
Frente a la evidencia, se vio arrinconado cuando intentó defender a Maduro. Como no pudo sostener su argumento, optó por decir que “simplemente es un jubilado” y que su información proviene de la embajada de Venezuela, dominada por defensores del chavismo.
Tal como hizo con Cuba, el “Ken Rojo”, conocido así por su filiación al socialismo, repetía en la BBC, una vez tras otra, que el problema en Venezuela es que EE. UU. sanciona su economía. A pesar de insistir en esto, no pudo decir desde cuándo están en marca y en qué consisten dichas sanciones.
Ante lo cual, Andrew Neil, conductor del programa, le respondió: “Yo te lo puedo decir: fueron impuestas esta semana”, y agregó que EE. UU. importaba alrededor de 600.000 barriles de petróleo venezolano por día.
Livingstone desconocía no solo que EE. UU. era el mayor importador de carburíferos de Venezuela, sino que también era el mayor exportador de gasolina hacia este mismo país, pues, pese a que Venezuela tiene las mayores reservas petrolíferas del mundo, no puede producir combustible debido a la crisis que enfrenta PDVSA debido al mal manejo dado por el chavismo.
Lo que sí estaba en marcha desde el 2015 eran sanciones económicas sobre políticos vinculados al régimen, siendo el principal afectado el exvicepresidente Tareck El Aissami, por sus vínculos al narcotráfico y terrorismo.
Fueron congelados sus fondos por su participación en acciones de violencia contra sus ciudadanos y su participación en actos ilícitos. Pero esto no repercutía sobre la economía de los ciudadanos que huyen masivamente de Venezuela.
El excalcalde de Londre tampoco supo qué responder cuando el reportero de la BBC le preguntó sobre los USD $80.000 millones que Rusia y China le han prestado al régimen de Maduro.
Pues, contrario a lo planteado por el defensor del régimen, Maduro ha contado con fondos de sus aliados y comercio con sus supuestos enemigos.
Es más, en una entrevista reciente para la televisión rusa, Livingstone dijo que en el 2008 visitó Venezuela y que bajo Hugo Chávez los venezolanos “al fin” vivían en condiciones dignas.
En dicha entrevista, entre risas, se burló del cargo presidencial de Juan Guaidó en Venezuela, pues insiste que así como culpa a EE. UU. de los males de la economía de Venezuela, también acusa a la adminsitración de Trump de financiar a grupos de “extrema derecha” venezolanos para desestabilizar al régimen.
Al parecer el exalcalde ignora que el partido de Guaidó es miembro de la Internacional Socialista, organización que ha respaldado al presidente constitucional y ante cuya cumbre el presidente de Gobierno de España, a su vez secretario general del Partido Socialista del Obrero Español, llamó tirano a Maduro.
De modo que ni los miembros del parlamento que encabezaron la transición ni su respaldo es de derecha, mucho menos ultraderecha. Incluso ya entre la izquierda hay rechazo hacia los regímenes dictatoriales.
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A través de redes sociales, incontables londinenses manifestaron su indignación sosteniendo que “escuchar a Ken Livingstone defendiendo a Chávez y Maduro es vergonzoso y molesto. Este es uno de mis grandes problemas con el socialismo extremo: cuando las cosas van mal, nunca es culpa de las políticas. Siempre se culpa a las fuerzas externas, en este caso a los Estados Unidos”.
Si embargo, el exalcalde insiste en que vio el respaldo al chavismo cuando estuvo en Venezuela y afirma que las elecciones del 2018 fueron democráticas, pese a que la Unión Europea no las reconoció; dado que no se permitió la participación de la oposición y el 80 % de los ciudadanos se abstuvo de votar, al reconocer el proceso como fraudulento.
Además, afirmó que “hubo sanciones económicas contra Venezuela como las hubo contra Cuba, Nicaragua e Irán” y que son ilegales “bajo las leyes internacionales”.
No obstante, el presentador de la BBC expuso que la economía venezolana se contrajo un 50 % en los últimos cinco años, y le insistió al exalcalde en que enumerara las sanciones de Estados Unidos que provocaron dicha crisis económica.
Optó por decir que no lo recuerda y que él cree lo que le dijo el embajador venezolano en Londres, puesto en ese cargo por el chavismo.
“No hubo ni una sola sanción comercial a Venezuela. Podían exportar o importar cualquier cosa menos armas. No había ninguna restricción”, replicó el comentarista. Concluyó afirmando que lo que recuerde o no el político jubilado es que “mientras hablamos los niños en Venezuela están muriendo de hambre”.
Pese a las claras evidencia de la crisis generada por el chavismo en Venezuela, Ken Livingstone y Jeremy Corbyn, los dos del partido laborista y referentes de la izquierda británica, siguen defendiendo, como lo hicieron desde sus inicios, al partido y la ideología que condenó a los venezolanos a vivir y morir en la miseria.