En medio de la crisis que atraviesa Venezuela, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, convoca el diálogo con los principales referentes de la oposición y el sector empresarial, luego de 10 meses de protestas en su contra que dejaron entre 325 y 561 muertos, 340 a 767 detenidos y cientos de desaparecidos.
La inexactitud de las cifras se debe a que el régimen niega los números, el Gobierno ha aceptado menos de la mitad de los muertos contabilizados por organizaciones de Derechos Humanos, mientras que el presidente del país vecino, Costa Rica, se negó a proveer las cifras reales de los refugiados en su país, solicitados por Ortega, para proteger a sus familias de ser perseguidos por el régimen. Pero se estima que más de 1 millón de nicaragüenses han huido del país.
Y es que no son únicamente las cifras las que niega Ortega, sino los hechos, pues plantea que las multitudinarias marchas en su contra desde abril se tratan de un golpe de Estado ejecutado desde Washington y que, por tanto, los muertos son mayormente las fuerzas fieles a su régimen, a merced de los golpistas.
Tanto que el diálogo previsto para este miércoles 27 de febrero, lo convoca para tratar el supuesto “golpe de Estado”, a raíz de un encuentro que tuvo con el sector empresarial y líderes de la Iglesia Católica.
La reunión del miércoles contará con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, compuesta por prominentes políticos actuales, diplomáticos retirados y también líderes estudiantiles que han estado en las calles como Max Jérez.
La Iglesia Católica actuará como fuerza mediadora, pese a que varias iglesias fueron abaleadas e irrumpidas por las fuerzas de Ortega al convertirse las iglesias en albergues para los estudiantes que recibían heridas de bala por parte de la policía fiel a Ortega y las fuerzas sandinistas paramilitares.
El exilio no aprueba al diálogo
PanAm Post se comunicó con Gustavo Tefel del Consejo Nueva Nicaragua al respecto, quien explica que la diáspora se opone al diálogo, pues lo califican de “cover up”, es decir, un encubrimiento de la debilidad del régimen que está totalmente desfinanciado y ya no puede abastecerse.
Denuncian que el régimen “sabe que si Venezuela cae, cae Nicaragua”.
Desde el exilio, la diáspora emitió un comunicado dirigido a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Empresarios, Pueblo de Nicaragua donde se manifiestan en contra del diálogo, pero exponen su sentir a la alianza que dialogará poniendo como condiciones la liberación de los presos políticos, la libertad de prensa y elecciones justas.
“Solo el pueblo salva al pueblo”
Pues consideran que sin las garantías necesarias, el diálogo solo le dará oxígeno a Ortega para continuar su mandato y “solo el pueblo salva al pueblo”, de modo que deben ser la voz de quienes han sido asesinados, privados de su libertad y empujados hacia el exilio por la persecución.
Solo en la última semana hubo 15 secuestros y Tefel anuncia que hay demasiados intereses de por medio que dificultan la salida de Ortega, desde los convenios mineros con Rusia y China, hasta la infiltración de fuerzas terroristas que entrenan en territorio venezolano y nicaragüense, como son Hezbollah y el ELN.
Ortega dialogará con referentes empresariales, políticos y estudiantes manifestantes de la oposición
Quienes optarán por el diálogo son los presidentes de las dos principales patronales de Nicaragua, José Adán Aguerri y Mario Arana, al igual que el director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), Juan Sebastián Chamorro.
Asimismo, participará el exvicecanciller José Pallais, quien ahora es un líder político opositor, también el exembajador ante Estados Unidos, Carlos Tünnermann.
La tensión en las calles exige un suplente por cada orador
En vista de la tensión que hay en las calles, bloqueos y secuestros, los participantes titulares estructuraron un esquema de suplentes en caso de no llegar a la reunión.
Desde el sector privado, los suplentes serán el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), el vicepresidente de ese gremio, Michael Healy; y el titular de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), el empresario Diego Vargas.
Para el sector político, el académico Ernesto Medina será el suplente de Pallais, Tünnermann sería reemplazado por la abogada constitucionalista y dirigente de la sociedad civil, Azahalea Solís, y la universitaria, Valeska Valle, en lugar del estudiante Jérez.
Minutos después que Ortega anunció el diálogo, la Alianza Cívica publicó la asistencia de sus asesores: los estudiantes Alejandra Centeno y Justina Orozco, Ángel Rocha, Daysi George, Claudia Neira, Gerardo Baltodano y Álvaro Vargas.
Dadas las condiciones del diálogo, la diáspora insiste que hay riesgo en dialogar con un gobierno que niega no solo a los muertos, sino la causa por la cual murieron y ni siquiera puede garantizar la integridad física de los participantes, pues solo en la última semana han habido 15 secuestros.
Como respuesta, plantean que la salida armada es una posibilidad, dado que el régimen no se irá pacíficamente.