La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) presentó un informe en la capital del exilio cubano, Miami, donde expone que el régimen comunista en Cuba no respeta la seguridad, libertad, integridad y derechos básicos de los ciudadanos.
Los datos a tomar en cuenta son del año pasado. Entre enero y noviembre de 2018, documentó 2.150 detenciones arbitrarias sumarias. Las cifras fueron provistas por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
Además de la privación de libertad, los atropellos por parte del régimen incluyen la falta de garantías judiciales mínimas, la ausencia de protección judicial. La CIDH afirma que en Cuba no se respeta la propiedad privada. Pues agentes del gobierno violan los domicilios, incluso intervienen la correspondencia e impiden la libre circulación de las personas.
A lo largo del 2018, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) registró 2697 detenciones en el mismo año.
Las organizaciones políticas y de Derechos Humanos son el blanco de ataques
El informe de la CIDH advierte que la falta de protección jurídica logra que el régimen acuse a los activistas de delitos de peligrosidad para luego privarles de su libertad.
Entre los tipos penales más utilizados para detener e incluso apresar a los cubanos disidentes están las acusaciones de atentado, desacato, peligrosidad social predelictiva, impago de multas, desorden público, resistencia o rebelión.
Aunque no está detallado en el informe, también existe la “conducta desajustada”. Esta acusación es común contra las activistas mujeres, a quienes se acusa de prostitución para impedir que vayan a zonas turísticas, donde hay conexión a Internet. Así quedan incomunicadas y reducen su movilidad.
Así le sucedió a la secretaria del Partido Libertario Cubano-José Martí, Yanet Padrón Naya. Apareció en una foto donde señala la bandera de los EE. UU. en la fecha de su independencia e inmediatamente fue citada por “conducta desajustada”.
Apeló a lo largo de un año hasta que finalmente fue apresada en un centro de reclusión para mujeres.
Prefirió resguardar su identidad, pero una amiga personal de ella declaró ante PanAm Post que el canje de sexo a cambio de impedir ir a prisión es una petición común entre la policía cubana. Comenta que las madres solteras son presa fácil, dado que no pueden dejar solos a sus hijos y optan por ceder. Pero explica que las “más experimentadas” convencen a los policías pero finalmente no acceden y amenazan con grabarlos y exponerlos y así logran su libertad.
A detenciones de este tipo el informe llama “imputaciones artificiosas”, pues no aparecen en ningún código penal o civil, nacional y internacional.
Gracias a las recientes reformas que reducen aún más la libertad económica, pues regulan incluso lo que las personas pueden hacer dentro de sus domicilios (como vender comida a las personas que hospedan en su casa como forma de turismo), el tipo penal denominado “actividad económica ilícita” se ha vuelto una herramienta para apresar opositores.
Recomendaciones y demandas de la CIDH
Para aliviar esta tensión política, la CIDH se mostró dispuesta al diálogo y solicitó al régimen cubano adoptar mecanismos de prevención adecuados para evitar actos de hostigamiento contra la población civil.
En cuanto a las demandas, afirmó la importancia de permitir la libertad de circulación para todos los ciudadanos, sea cual fuere su profesión y postura política para que “no sean sometidos a obstáculos injustificados, absteniéndose de confiscar o destruir sus materiales y herramientas de trabajo”.