La privatización de empresas estatales en Brasil produciría más dinero que la suma de todos los gobiernos desde 1990 juntos. El país más grande de Sudamérica está cada día más cerca de concretar el plan propuesto por el ministro de economía para liberar el mercado.
De acuerdo a un estudio realizado por el periódico Estadão, el programa de privatización del gobierno podría generar hasta R$ 450 mil millones, o sea 119,8 mil millones de dólares.
Pese a la resistencia inicial, el parlamento acaba de aprobar la medida económica más polémica y a la vez necesaria para reducir el gasto estatal y devolver a los bolsillos de los ciudadanos su dinero: el recorte al fondo de los jubilados estatales; que ocupaban el 53 % del presupuesto nacional.
Hasta ahora, con el dinero que se entregaba a cada jubilado en el sector público —o sea el improductivo— se podía pagar lo que recibían más de 20 jubilados en el sector privado, también conocido como el sector productivo.
Nosso sistema previdenciário coloca o Brasil em uma realidade muito dura. Tenho convicção que a posição de reformar o Estado brasileiro é a posição correta. https://t.co/lAbJikZjdz
— Rodrigo Maia (@RodrigoMaia) July 11, 2019
Es decir, por años, el enorme tamaño del Estado no solo se alimentaba del dinero que producen actualmente los ciudadanos productivos, sino que además condicionaba su futuro para mantener a burócratas.
Luego de la aprobación de la reforma de las pensiones en el Congreso Nacional, el Ministro de Economía, Paulo Guedes, ya advirtió que será el turno de acelerar las privatizaciones.
El Ministro de Economía tiene una formación en la misma academia que sacó a Chile del socialismo y la volvió el país más próspero de la región: la Escuela de Chicago, “un templo del liberalismo global”, según Estadao.
El estudio toma en consideración la privatización, la desinversión, la apertura de capital y la venta de los intereses minoritarios de las empresas estatales y sus filiales.
“Tiene que acelerar la privatización para invertir dinero en el área social”, exclamó Guedes.
El ministro propone reducir la intervención estatal en la economía tanto como sea posible. Pues considera que las empresas estatales, muchas de ellas con pérdidas, consumen dinero que debería destinarse a la educación, la salud y la seguridad.
Incluye a 132 participaciones directas o indirectas, con potencial de negociación en el mercado o en bloque, entre ellas el servicio de correo postal.
Según expone la plataforma de noticias, entre las reformas están propuestos montos mínimos para otorgar la asignación onerosa de áreas pre-sal (que forma parte de la plataforma petrolera en el mar) y dos rondas de ofertas de petróleo y gas natural, que debería ocurrir a finales de este año.
Brasil financiaba a dictaduras en Cuba y Venezuela
También resaltó las participaciones de BNDES, a través de BNDESPar, su brazo de inversión, en compañías de capital abierto y cerrado, cuyo valor de mercado actualizado total es de R $ 143,7 mil millones, es decir, 382 629 990 dólares.
Cabe mencionar que fue a través del BNDES que, bajo gobiernos vinculados al Foro de Sao Paolo y como tal al socialismo del siglo XXI, los impuestos de los ciudadanos de Brasil cooperaron para financiar al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela al igual que a la dictadura en Cuba.
??"Venezolanos mueren de hambre por la tiranía de un gobierno que anda de la mano con la dictadura cubana. Via BNDES y otras fuentes de su dinero Brasil es un gran patrocinador del socialismo que masacra millones en el mundo. ¡Eso cambiará! ¡Con nosotros, el foco es Brasil!" https://t.co/xwuNIgzo20
— Rumbo Libertad (@Rumbo_Libertad) September 30, 2018
Cuba le debe actualmente más de USD $17,4 millones a Brasil. La deuda de Cuba venció en agosto del 2018 y los impuestos de los ciudadanos brasileros tuvieron que financiarla, pues Brasil actuó no solo como prestamista sino como garante. De modo que, para salvaguardar su reputación y capacidad de pago, Brasil asumió el pago de la deuda. Pero esto amenaza con llegar a su fin bajo la gestión del presidente Jair Bolsonaro, quien acusa a la “dictadura cubana” de ser corresponsable del hambre que pasan millones de venezolanos, por lo que se resiste a ser “patrocinador del socialismo”.
Según un estudio del BNDES, entre 1990 y 2015 Brasil generó USD $54,5 mil millones con 99 procesos de privatización. En el gobierno de Temer, se produjo aproximadamente USD $2 mil millones a través de 124 proyectos, de los cuales USD $7 455 560 000 fueron de petróleo. Da un total de $66.5 mil millones, equivalente a un tercio de lo que la administración actual plantearía en el escenario más pesimista.
Si logran recaudar la mitad de lo que muestran las encuestas de Estadao, Credit Suisse y Bradesco (62 573 450 000), significaría que el Gobierno de Bolsonaro llevaría a cabo el mayor programa de privatización en la historia de Brasil.
Además de achicar el tamaño del Estado, el programa de privatización apunta a reducir la deuda pública, que actualmente ocupa 79 % del PIB, lo cual a su vez permitiría una caída sostenible en las tasas de interés, que son el segundo gasto más grande del gobierno.
Solo en el 2018, el índice Welfare calculó que Brasil gastó 93 194 500 000 de dólares en ello.
Si la tendencia política y económica sigue como está, sin financiar dictaduras ajenas y bajando el gasto en burocracia, Brasil podría lograr vivir la etapa más rica y con recursos suficientes para prever para el futuro, que ahora cuenta con un sistema de jubilaciones más justo.