México está camino a eliminar el dinero efectivo. Toda transacción será digitalizada y por tanto registrada por el Gobierno. Así lo promueve el Banco de México (Banxico) a través del nuevo método de pago de Cobro Digital (CoDi).
Surge entonces la inquietud respecto a si se amplía por demás el poder del Estado, tanto en la economía macro como en la micro, regulando hasta la menor transacción de persona a persona.
El CoDi entró en vigencia el 30 de septiembre del 2019 y requiere ciertos implementos tecnológicos para su funcionamiento, primordialmente un teléfono celular.
Para comenzar, el vendedor genera una solicitud de cobro a través de QR, NFC o Internet. En su dispositivo móvil, el comprador la escanea, acepta y envía la instrucción de transferencia. Una vez que el banco valida la transferencia, ambos reciben una notificación.
A través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), el servicio promete funcionar de forma rápida por medio de dos herramientas, el código “Qr” o con “Aproximación NFC“.
Según información del Banxico, los siguientes bancos y asesores financieros ya operan con CoDi: Banregio, Bajío, Azteca, Santander, Inmobiliario Mexicano, Banamex, Banco Monex, Afirme, Dondé, ABC Capital, Actinver, Ve por Más, Bansefi, Invex, Scotiabank y Bansi.
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— Banco de México (@Banxico) September 30, 2019
PanAmPost consultó a Sergio Adrián Martínez García, economista de la Universidad Autónoma de Nuevo León, sobre este tema. Martínez asegura que la medida tiene algunos beneficios, pero que también requiere ciertos costos.
¿Qué impacto tiene sobre la economía?
La implementación de CoDi tiene potenciales beneficios y potenciales costos. No es una imposición, sino una política del tipo nudge. Es decir, una política de empujón: busca incentivar el menor uso de efectivo y el mayor uso de medios de pago electrónicos.
¿Cuáles son los beneficios y cuáles son los costos? El beneficio claro es el de una tecnología adicional que reducirá costos de transacción. CoDi representa un medio adicional para realizar transacciones, mediante el cual, por ejemplo, dos personas podrán concretar una compraventa con sus equipos de celular.
¿Qué costos de transacción reduce la tecnología? Los costos de retirar efectivo de un cajero o de pagar comisiones por compras con tarjeta.
El costo obvio, sin embargo, es el del ajuste de negocios y hogares hacia la nueva tecnología. La plataforma de CoDi competirá con el uso de efectivo y eso podría acarrear algunos inconvenientes durante la transición, como sucede con cualquier nueva tecnología. La rapidez con la cual esta penetre y el grado de educación financiera determinará de manera importante estos costos.
¿Qué riesgos tiene para la población civil la eliminación del efectivo? ¿Considera que CoDi funciona como un sistema de control?
La plataforma CoDi no representa, hasta el momento, la eliminación del efectivo. En una primera etapa estará disponible para transacciones de montos no superiores a los ocho mil pesos (cuatrocientos dólares). Ahora bien, reitero, sí apunta hacia un menor uso del efectivo. Y aquí puede ser valioso discutir qué argumentos teóricos hay contra el uso del efectivo y proporcionar contraargumentos importantes.
El economista Kenneth S. Rogoff avanzó en los dos principales argumentos contra el uso del efectivo en un paper titulado Costs and Benefits to Phasing Out Paper Currency: 1) el uso de efectivo favorece operaciones ilegales y de economía informal, y 2) limita el efecto de políticas monetarias expansivas.
Si bien es cierto que el uso de efectivo dificulta rastrear transacciones y que eso vuelve popular su empleo en grupos criminales, también es cierto, como argumenta el economista John Cochrane, que funciona como un resguardo contra gobiernos intrusivos. El uso de efectivo protege a los individuos de impuestos onerosos y regulaciones excesivas. Al proveer un medio para realizar transacciones de forma anónima, el efectivo también es un refugio de políticas gubernamentales coercitivas.
Lamentable el vandalismo que ha incluido, entre los daños, al edificio principal del Banco de México pic.twitter.com/ng0lVKbPYs
— Manuel Sánchez (@mansanchezgz) September 27, 2019
En este sentido, el menor incentivo al uso de efectivo que supondrá CoDi sí puede acarrear problemas. La plataforma no es necesariamente un sistema de control, pero facilitará a las autoridades fiscales detectar casos de evasión como usos ilícitos de recursos gubernamentales por funcionarios corruptos. Será responsabilidad de la sociedad civil estar alerta a sus usos.
La segunda preocupación de Rogoff no parece tener relevancia inmediata para el caso mexicano. El punto es que, de acuerdo con la teoría de corriente principal, la presencia de efectivo previene el efecto estimulador que podrían tener tasas de interés por debajo del 0 %. Pero no es claro que políticas monetarias de esa naturaleza sean efectivas o siquiera saludables en una economía para justificar la eliminación de efectivo.
¿Es aplicable para toda la población (en particular las zonas rurales)?
La plataforma busca llegar a todo el país, pero es complementaria, reitero, al uso de efectivo.
Desde la campaña presidencial, la oposición a López Obrador ha criticado sus similitudes con regímenes socialistas como el de Venezuela y su idolatría por Fidel Castro. ¿Esta medida afirmaría las acusaciones?
No. La iniciativa es resultado de una colaboración entre la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, que no es particular de la administración actual y que probablemente hubiera avanzado con independencia de quien ahora ocupa la silla presidencial. Al parecer data de hace más de dos años.
La gestión de López Obrador y su administración es más criticable en otros frentes, que tienen que ver principalmente con el deterioro institucional de contrapesos presidenciales; el desdén a la participación del sector privado; el desafío frontal a las calificadoras crediticias y organizaciones de la sociedad civil; el apoyo a proyectos que suenan a elefantes blancos (como la refinería en Dos Bocas) y el énfasis en políticas clientelares.
¿Qué puede hacer la población civil para enfrentar esta medida? ¿Es reversible?
Lo mejor que puede hacer la población es familiarizarse con la plataforma y educarse financieramente para evitar sobresaltos. Dudo que la medida sea reversible. La medida busca motivar a la población a “bancarizarse”, pues el uso de la plataforma requiere el registro de una cuenta bancaria. La tendencia hacia un menor uso de efectivo parece estar, de forma irremediable, con nosotros.