Ya hay al menos dos muertos fruto de la represión en las calles de Bolivia por manifestaciones contra Evo Morales, luego de que anuló la segunda vuelta electoral y se proclamó unilateralmente ganador de las elecciones presidenciales. Pero la orden de reprimir no la da él, viene de la embajada de Cuba, pues la función de Morales es netamente de “agente instrumental”, según lo denuncian desde el exilio cubano.
Turbas de oficialistas atacan a quienes cuestionan no solo el resultado electoral sino la candidatura en sí de Evo Morales. La resistencia surge porque la postulación fue anticonstitucional, dado que no es permitido ser candidato más de dos periodos seguidos. También es antidemocrática, ya que los ciudadanos bolivianos votaron en un plebiscito en contra de la reforma que permitiría la reelección.
Pero Evo pasó por encima de la voluntad popular y lo sigue haciendo. Y su conducta no dista a la de sus coidearios. En Cuba los plebiscitos solo sirven para dar una ilusión de democracia, que los ciudadanos pueden elegir entre las opciones que les da el régimen. Por ejemplo, si dejar la Constitución como está o permitir que el Partido Comunista profundice la revolución.
Dicha revolución no se limita al territorio cubano. A través de un cuerpo diplomático compuesto de oficiales de inteligencia, el régimen comunista cubano se ha infiltrado en suelo boliviano.
#ParoEnBolivia #LTAhoraEnfrentamientos en la zona central de la ciudad
Posted by Los Tiempos on Wednesday, November 6, 2019
Entre 2006 y 2011, fue embajador en La Paz uno de los peces gordos de la inteligencia cubana, Rafael Dausá Céspedes. “Su rol fue clave para la consolidación de Evo Morales en sus primeros años en el poder”, afirma el investigador y experto en asuntos cubanos, Luis Dominguez.
Sostiene que “Bolivia es un satélite, junto con Venezuela y Nicaragua, del proyecto del Foro de Sao Paulo que busca llevar el socialismo del siglo 21 (neocomunismo) al poder en una América integrada y liderada por Cuba”.
El embajador de Cuba en Bolivia
Uno de los referentes claves de la infiltración cubana es aliados de Morales logran su cometido.
umplido roles diplomáticos de norte a sur en el continente, como parte de su misión estratégica de infiltración. Ahora es embajador de Bolivia, cuya institucionalidad republicana está en su fase final; si losEn pleno año electoral, “el Gallo” llegó a Bolivia, luego de haber sido parte del equipo de Cuba en la ONU en la década de los 70s, embajador en Ecuador (1984-89), Panamá (1998-2004), Brasil (2009-2013) y El Salvador (2017-2018).
“El Gallo”, de 78 años, ingresó a la Inteligencia en 1968 como oficial en la sección Estados Unidos-Canadá del Departamento de Análisis. Seis años después, asumió la representación diplomática del Gobierno de Cuba ante Naciones Unidas. Desde allí, su fin era actuar como oficial de análisis en el centro de la Inteligencia cubana en Nueva York para atentar contra Estados Unidos.
En la jerga de los servicios de inteligencia, Evo está a cargo de un “oficial de caso”, el embajador de Cuba en Bolivia, Carlos Rafael Zamora Rodríguez, conocido como “El Gallo”.
Y no opera solo. Su esposa, Maura Isabel Juampere Pérez que tiene el rango de coronel, forma parte de los servicios de inteligencia desde los años 60 al igual que él. Junto a ella desempeñó su rol como embajador de Ecuador en 1984. Su nombramiento coincide con el auge de la guerrilla, Alfaro Vive Carajo, que protagonizó secuestros y asesinatos hasta que fue aplastada por el Gobierno de León Febres Cordero, presidente de centro-derecha, que gobernó hasta 1988.
En enero de 1989, tanto Zamora como Maura fueron retirados del país. Pues había quedado comprometida toda la base clandestina del trabajo secreto de Cuba para desestabilizar al país sudamericano, por medio de la financiación ilegal de campañas políticas presidenciales por parte de los servicios cubanos.
Bolivia fue parte del sueño del Che Guevara
Ahora le toca a Bolivia, el lugar donde murió el Che, hito que marcó la frustración de la propagación del socialismo en la región. Actualmente, el socialismo del siglo XXI busca remontar esa avanzada por medio de las “brisas bolivarianas” dirigidas desde Caracas y La Habana.
En palabras del exiliado político boliviano Carlos Sánchez Berzaín, “Cuba considera a Bolivia como un territorio bajo control, ahora tiene la posibilidad de operar, como fue el sueño de Fidel Castro y Ernesto El Che Guevara”.
En #Bolivia opera el Crnl. de inteligencia “gallo Zamora” con cobertura de embajador de #Cuba. Es el titeretero que controla a Evo Morales para sostenerlo en el poder aplicando sistema criminal castrochavista.
Entrevista en el programa: "Ahora con Óscar Haza" @ahoraoscarhaza pic.twitter.com/1PrwX42Bmm
— CarlosSanchezBerzain (@Csanchezberzain) November 6, 2019
Por décadas, en el imaginario hispanoamericano Cuba ha sido vista como una isla aislada, incluso bloqueada. Pero la realidad es que ha sido el epicentro de lo que hoy se denominan las “brisas bolivarianas”. Desde guerrillas armadas y entrenadas para la subversión en el continente en la década de los 70s hasta el envío de una guardia pretoriana de 20 000 soldados que custodian a un dictador para conservarlo en el poder, como el caso de Nicolás Maduro en Venezuela, en el que ha sido Cuba quien lidera no solo la represión sino la instauración del mismo sistema de empobrecimiento presente en la isla desde 1959: el socialismo.
Desde entonces, ha estado a cargo del aparato de penetración, influencia y subversión de Cuba en el mundo, la Dirección de Inteligencia de Cuba (DI). Su finalidad ha sido extorsionar, financiar la desestabilización y finalmente subvertir a las naciones.
La evidencia está visible en los discursos de sus líderes, en las calles de quienes sufren sus azotes y en las instituciones republicanas cada día más debilitadas.
Hoy Bolivia refleja lo que Cuba ha demostrado por más de 60 años, control total por parte del partido de gobierno sobre el poder ejecutivo, legislativo y judicial.