El racismo es el motivo principal por el cual Evo Morales tuvo que renunciar a la presidencia de Bolivia y pedir asilo a México, según alega el ahora expresidente. Pero su largo historial de represión contra los indígenas, al igual que su atropello a las costumbres ancestrales que condujo a la destrucción de más de 5 millones de hectáreas, muchas de ellas consideradas sagradas, muestran que Morales no solo no fue representativo de los pueblos indígenas sino que fue el rechazo a su estilo dictatorial lo que le removió del gobierno.
“A Evo Morales lo sacaron millones y millones de habitantes, se va por delincuente. Es un falso indígena, no sabe hablar quecha ni aymara. Habla castellano. ¿Racismo? ¿Qué somos, gringos? Ahora estamos siendo asesinados por gente vandálica. Ni su gente le apoya. Ha contratado gente vándalica que sacó de prisión”.
Así lo exclama para PanAm Post Guadalupe Cárdenas, mujer indígena, perseguida política, embajadora de Derechos Humanos mundial, respresentante de la federación de esposas de policías.
Afirma que el 80 % de los policías de bajo rango son indígenas, sus esposas usan polleras, la vestimenta tradicional, al igual que lo hicieron sus madres por generaciones. Y son esos mismos policías los que se amotinaron y se negaron a reprimir al pueblo.
Guadalupe es perseguida política, tiene 17 causas en su contra, incluyendo cedición y estuvo presa cerca de dos años por denunciar el vaciamiento del fondo indígena por parte del gobierno. Ante lo cual insiste que Evo no solo no apoyó a los indígenas sino que atentó directamente contra ellos.
“Evo Morales, como cualquier otro delincuente del foro de Sao Paulo, se escuda bajo discursos mentirosos que ocultan sus verdaderos intereses bajo un manto de bondad o victimizacion. Pueden lograr engañar por un tiempo pero al final su discurso demagógico y mentiroso cae ante la prueba infalible del tiempo. Es bueno recordar que en estas movilzaciones en defensa de la voluntad popuar expresada mediante referendum el 21 de febrero del 2016 había representación de todos los sectores de la soceiead boliviana. Desde ricos a pobres, desde collas a cambas, desde indigenas a mestizos. A diferencia del discurso que llevó a Evo Morales al poder, —uno que sembraba revanchismo y odio—, este fue uno que desde la unidad de Bolivia simplemente pidió respeto a la voluntad soberana y a los principios democráticos”, explica para PanAmPost uno de los organizadores del Cabildo, Eduardo Gutiérrez Monasterio, experto en finanzas de Georgia State University, activista político y conductor de radio para fomentar la actividad y conciencia política en la sociedad, especialmente en la juventud.
El cabildo es una herramienta constitucional de democracia directa que permite a los comités cívicos dar voz a la población por medio de asambleas. En Potosí se vio representada por el líder cívico Marco Pumari, por el sindicato campesino. En Santa Cruz lograron convocar a más de 1 millón y medio de bolivianos y sellaron el pacto entre sectores sociales por medio de un abrazo entre el líder cívico Fernando Camacho y el secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos, Nelson Condori, un indígena de poncho rojo.
Represión contra indígenas
En el 2011, por ejemplo, dimitió la Ministra de Defensa, por la represión contra una marcha indígena multitudinaria que exigía un alto a la construcción de vías en territorio ancestral. Este incidente fue uno de los primeros que puso en duda la tendencia indigenista y ecologista que Evo Morales ostentaba hasta el momento, por lo cual pidió disculpas públicas.
Pero el mayor distanciamiento de la causa obrera respecto a Evo Morales fue cuando avanzó con legislación para criminalizar en el Código Penal la protesta social con prisión.
Otro caso significativo fue el de la represión estatal sufrida por el pueblo guaraní de Takovo Mora, el 18 de agosto de 2015 en la comunidad de Yateirenda.
Las comunidades guaraní buscaban el derecho a la consulta previa frente a las actividades petroleras en el territorio indígena de Takovo Mora. A ellas se sumaron otras comunidades y organizaciones como las del pueblo Weenhakek (ORCAWETA) que fueron reprimidas brutalmente.
Este hecho implica un atropello triple, por un lado irrumpieron sus tierras sin su permiso, por otro les negaron una herramienta de la Constitución como es la consulta y tercero fueron reprimidos por quejarse.
https://www.youtube.com/watch?v=bsh-GEmDoCw
Evo destruyó las tierras ancestrales por decreto
De acuerdo a la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), 75 % de las Chiquitanía quedó destruida, un total de 3,9 millones de hectáreas y 1,2 millones de hectáreas en la región amazónica de Beni, o sea 23 % de esa zona. Los destrozos son visibiles en imágenes satelitales de la NASA.
Pese a sus invocaciones a la “Pachamama”, Morales aprobó quemar las tierras de producción forestal permanente, por medio de la modificación del «Decreto Supremo (DS) 26075» que permitió promulgar el Decreto Supremo 3973. Es decir, no solo firmó las leyes que facultaron la quema, sino que pasó por encima del poder legislativo por medio de decretos.
La destrucción de la naturaleza y la incapacidad de declarar emergencia nacional, fue uno de los principales agravantes de las protestas contra Evo. Mientras el mundo se lamentaba por la destrucción de la Amazonia en Brasil, aunque allí los incendios no superaron los niveles anuales, nada se dijo sobre la devastación en Bolivia.
El desconocimiento mundial de la devastación forestal sucedida en Bolivia por obra de Morales ha facilitado el discurso victimista del exmandatario.
Por ello las redes sociales han cumplido un rol fundamental para conocer de primera mano el impacto de los multitudinarios cabildos y los testimonios sobres los atropellos sufridos por parte de bolivianos de todos los sectores sociales y etnias, desmontando así el discurso victimista que alega Evo Morales, el supuesto víctima de racismo que hoy es repudiado por los mismos indígenas que reprimió.