A menos de un año de las elecciones, la administración Trump implementó una medida arriesgada. El miércoles 4 de diciembre anunció que a cambio de recibir cupones de alimentos, los receptores deberán trabajar.
Si bien podría costarle votos por parte de los afectados, impulsaría a quienes ya votaron por Trump y tienen intención de volver a hacerlo, pues ha sido fiel a su discurso: aminorar la dependencia estatal y fomentar la autonomía individual, por medio de la creación de empleos.
De acuerdo al plan propuesto, cada estado de los EE. UU. deberá condicionar a los adultos elegibles a tener un trabajo a cambio de recibir beneficios.
El Programa de Nutrición Suplementaria, conocido como SNAP, alimenta a más de 36 millones de personas, por medio de cupones, más del 10 % de la población total de EE. UU. Oficialmente, el plan actual reduciría los beneficios para casi 700 000 beneficiarios de SNAP.
Pero el Urban Institute, en un estudio publicado el mes pasado, estimó que en conjunto las medidas afectarían a aproximadamente 2,2 millones de hogares y 3,7 millones de beneficiarios individuales.
Mientras el Departamento de Agricultura destaca que el cambio ahorraría al Estado y consigo a los contribuyentes aproximadamente $ 5,5 mil millones de dólares en cinco años.
Heading to Fox & Friends to discuss another great jobs report. 3.5% unemployment rate is lowest since Dec 1969
•Black 5.5%
•White 3.2%
•Asian 2.5%
•Hispanic 3.9%Employment to population 61.0% highest level since Dec 2008 & 117,000 Americans came back to labor force pic.twitter.com/Tv82716yY8
— Charles V Payne (@cvpayne) October 5, 2019
Trump redujo el desempleo al nivel más bajo en 50 años
La medida polémica se justifica bajo la premisa que con el Gobierno de Trump el desempleo llegó al nivel más bajo en los últimos 50 años y por tanto son cada vez menos las familias que necesitan ayudas estatales.
Desde abril de este año el desempleo bajó a 3,6 %, el más bajo en 50 años (desde diciembre de 1969).
Solo en el mes de abril se generaron 230 000 empleos. Salvo febrero, que sufrió una baja de 180 000, cada mes del año ha mantenido un promedio de 200 000 empleos generados por mes.
De modo que la administración Trump aminoró las condiciones de los más necesitados de depender del Estado.
Es más, las minorías étnicas han sido las más beneficiadas, tanto la población negra como la latina. La tasa de desempleo para los hispanos alcanzó un mínimo histórico de 3,9 % en septiembre, mientras que los negros mantuvieron su tasa más baja, 5,5 %.
De hecho, pese a ser menos del 18 % de las población de los EE. UU., los latinos son el 25 % de los emprendedores.
Según la Oficina del Censo, el ingreso promedio de los hogares aumentó 0,9 % en el 2018 a $ 63 179. La tasa de pobreza cayó a 11,8%, el nivel anual más bajo desde 2001. Esa mejora refleja un aumento en el ingreso en los últimos años, sobre todo para los trabajadores con salarios bajos .
El Partido Demócrata se opone a exigir trabajo a cambio de alimentos
Pese a que el elevado índice de desempleo vuelve cada vez menos necesaria la ayuda estatal, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata de California, criticó los esfuerzos de la administración Trump para reducir los beneficios públicos.
“En lugar de combatir la inseguridad alimentaria para millones, conectar a los trabajadores con trabajos bien remunerados o abordar la desigualdad de ingresos, la administración está infligiendo su regla draconiana a millones de estadounidenses en todo el país que enfrentan las mayores barreras para el empleo y la estabilidad económica”, dijo Pelosi en una reciente declaración.
Lo cierto es que la economía de los EE. UU. está pujante y la facilidad para conseguir empleo va en aumento, de modo que baja la necesidad de apelar al Estado.
A su vez, la administración Trump no le ha negado esta ayuda a nadie, sino que ha exigido la integración al mercado laboral. Así los beneficiados aportan a la economía y por tanto al mejoramiento de sus familias.
En palabras del líder del ejército rojo, Leon Trotsky, “en el capitalismo el que no trabaja, no comerá, en el socialismo el que no obedece no comerá”.
Aunque en primera instancia la medida puede resultar insensible, lo que busca es volver a cada ciudadano dueño de sí mismo y lo suyo, no a merced de los demás, incluido el Estado.
Según las normas vigentes, los adultos aptos para el trabajo entre 18 y 49 años y sin dependientes pueden recibir solo tres meses de beneficios de SNAP en un período de tres años, si no cumplen con el requisito de trabajo de 20 horas y los estados con altas tasas de desempleo o falta de empleos suficientes pueden renunciar a esos límites de tiempo.
De acuerdo a la nueva regla, los estados solo pueden emitir exenciones si una ciudad o condado tiene una tasa de desempleo del 6 % o más. Las exenciones serán válidas por un año y requerirán que el gobernador respalde la solicitud.
La regla final se publicará en el registro federal el jueves 5 de diciembre y entrará en vigencia en abril.