Combatir la delincuencia fue la promesa que llevó a Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil. Para lograrlo, eligió como ministro de Justicia y Seguridad Pública al juez que desmanteló la mayor red de corrupción estatal, que terminó con la dimisión de Dilma Roussef y la prisión de Lula Da Silva. Ahora Sergio Moro celebra que en el primer año de gobierno hubo más delincuentes presos que liberados, gracias a la Ley Anticrimen.
“Siguiendo la guía del presidente Jair Bolsonaro, estamos siendo firmes con el crimen organizado, aislando a los líderes en las cárceles federales. En 2019, más delincuentes ingresaron a las cárceles de lo que salieron. En 2018, había sido todo lo contrario”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad Pública para explicar la alta reducción de la delincuencia en Brasil el año pasado.
“342 criminales peligrosos fueron transferidos a las cárceles federales en 2019. Al final del año, había 624, un récord histórico. Según la ley contra el crimen, se graban todas las conversaciones con los visitantes, lo que reduce la posibilidad de enviar órdenes para cometer delitos en el extranjero”, agregó.
342 criminosos perigosos foram transferidos aos presídios federais em 2019. Ao final do ano, eram 624, recorde histórico. Pela lei anticrime, todas as conversas com visitantes são gravadas, o que reduz a possibilidade do envio de ordens para a prática de crimes lá fora.
— Sergio Moro (@SF_Moro) January 25, 2020
La efectividad de la policía aumentó su popularidad
También compartió el ministro en redes sociales estadísticas recientes que muestran cómo el respaldo a la policía federal ha aumentado.
Y es que la única cifra de muertes violentas que aumentó en el 2019 fue la de delincuentes durante enfrentamientos armados contra la policía. En el caso de Río de Janeiro, incrementó en un 16,2 %.
Aunque la izquierda política desaprueba el enfrentamiento armado contra criminales, la población civil ha demostrado aprobarlo.
Parabéns à Polícia Federal por ter alcançado o maior índice de confiança da população nessa pesquisa divulgada pelo Valor. pic.twitter.com/fApDV8hOlS
— Sergio Moro (@SF_Moro) January 27, 2020
En total, hubo en 2019 siete mil homicidios menos frente a los reportados en 2018. Bajó la muerte de inocentes mientras que aumentó la de delincuentes.
A nivel nacional, se redujo la criminalidad en todos los ámbitos. El homicidio bajó un 22,6 %. Para agosto del 2019, los robos que resultaron en muertes disminuyeron un 27,3 %, las agresiones mortales bajaron un 5,8 % y las violaciones sexuales más del 13 %.
También disminuyó cuantitativamente el robo, tanto el de carga como el de vehículos se redujeron respectivamente en un 27,3 % (de 7 930 a 5 763 cargamentos robados) y un 27,5 % (de 88 104 a 63 852 vehículos robados).
En Río de Janeiro el robo callejero bajó 3,6 %, que incluye el robo de peatones, el robo colectivo y el robo de celulares. Hubo un total de 88 596 casos reportados de enero a agosto de 2018, frente a 85 513 en el mismo período de 2019.
Baja el crimen en Brasil, sube el respaldo a Bolsonaro
En vista que Bolsonaro está cumpliendo con su promesa electoral, según un sondeo de CNT/MDA publicado el miércoles 22 de enero de 2020, la popularidad de Bolsonaro aumento al 34,5 %, frente al 29,4 % en agosto del 2019. El índice de aprobación personal de Bolsonaro aumentó al 47,8 %, frente al 41 % en agosto, mientras que la desaprobación bajó del 53,7 % en ese mismo mes, al 47 % en la actualidad.
Además, la lucha contra la criminalidad conlleva al combate contra la corrupción. El gobierno de Bolsonaro lo disminuye quitándole privilegios a la clase política.
Logró achicar el gasto que ocupaba el 53 % del presupuesto del Estado: las jubilaciones de la clase política. Como tal, a través de la reforma previsional pudo reducir la desigualdad que hacía que un jubilado del sector público gane hasta 20 veces más que uno en el sector privado.
1,1 millones de empleos fueron generados en el 2019
«Menos Estado, menos puestos en manos de los políticos, más eficiencia y dinero público gastado en lugares realmente necesarios», ha sido la consigna de Bolsonaro sobre el éxito del programa de privatización y concesiones en 2019.
El presidente le quitó al Estado el monopolio de los servicios y consigo redujo el gasto público. Esto le permitió ahorrar al Estado, que se financia con impuestos de los ciudadanos. Como tal, impulsó el crecimiento laboral en el sector privado que sostiene a la nación.
Eso, sumado a la remoción de la petición de visas a naciones restringidas durante los gobiernos previos, ha promovido el turismo y por tanto la creación de mayor empleo.
Cuando Brasil retiró el requisito de visa a los ciudadanos de Australia, Canadá, EEUU y Japón, ingresaron $598 millones de dólares en la economía brasileña.
La suma de estos factores lograron la creación de más de 1,1 millones de empleos en el 2019, lo cual significa menos personas desempleadas y a la vez menos propensas a incurrir en actos ilícitos.
Aunque el mayor desincentivo contra la criminalidad ha sido el fortalecimiento de la justicia -con Sergio Moro a la cabeza- tanto que han aumentado los criminales que entran a prisión y disminuyeron los que salen.