Cada 4 de mayo, fanáticos de la Guerra de las Galaxias (Star Wars) celebran la saga audiovisual e invocan la “fuerza” mediante un juego de palabras. “Que la fuerza esté contigo”, may the force be with you en inglés, lo han convertido en “may the fourth”, el 4 de mayo. En otros idiomas, incluido el español, también. Dicha fecha se ha vuelto propicia para defender a la república y luchar contra el “lado oscuro” del autoritarismo.
La realidad supera la ficción, dice el refrán. Detrás de las escenas de acción de Star Wars, hay un mensaje profundo: rescatar la república, defender la libertad y no permitir la centralización del poder al punto que no queda un rincón de la galaxia sin vigilancia del imperio.
Pero no hay que pensarlo en términos de España, donde la república es una causa socialista que fue propulsada desde la Unión Soviética, sino al estilo de la Revolución Americana que surgió de un ánimo libertario-conservador, lo opuesto al internacionalismo de ímpetu socialista que borra no solo la soberanía de las naciones sino que suprime hasta las últimas libertades civiles de los ciudadanos.
«Así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso»
En la saga de Star Wars, donde hasta la simbología encarna los colores y diseños soviéticos, fue nada menos que en el Parlamento donde el senador convertido en canciller, referente del “lado oscuro de la fuerza”, se volvió el emperador Palpatine, al decir:
«¡Y para garantizar la seguridad y una contínua estabilidad, la República se va a reorganizar en el Imperio Galáctico más poderoso, así tendremos una sociedad más segura!»
Frente a esto, la reina/legisladora Padme Amidala dijo: “así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso”.
La democracia representativa, mediante la cual los legisladores en teoría hablan en nombre de la gente, tiene ese riesgo. Sin el aval de la población civil, la galaxia entera quedó a merced de una burocracia titánica y así surgió la resistencia.
En el contexto actual, aplica tanto al poder central dentro del Estado-nación como a agencias globalistas como la ONU y sus subsidirias. En particular la Organización Mundial de la Salud, frente al coronavirus.
Ignorar a la OMS salvó a una región de Italia
Ignorar el mandato del gobierno central ha permitido evitar 80 % el contagio de COVID-19 y reducir en un 90 % la mortalidad en El Véneto, Italia. La región pertenece a la Liga Norte, una de las zonas más ricas del país, que rechaza la burocratización que mucho recauda para Roma y poco devuelve a las zonas más productivas. El rechazo a esta forma de gobierno permitió que el gobernador del Véneto haga las cosas a su manera, se asesoró con expertos, no por burócratas, ni las órdenes del gobierno central, ni el mandato de la OMS.
«Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la OMS», aseguró Sergio Romagnani, profesor emérito de la Universidad de Florencia, una eminencia en inmunología.
Mientras el resto de Italia (que se convirtió en el país europeo con más muertos por COVID-19) acataba las recomendaciones de la OMS, el gobernador del Véneto se asesoró por los científicos más destacados de Italia que advirtieron el peligro que se avecinaba antes que Europa lo considerara una amenaza, entre ellos el pupilo de Romagnani, Andrea Crisanti, de la Universidad de Padova.
La OMS ignoró a las naciones libres y usó como referente a un régimen totalitario
Italia estaba no solo a merced del mandato de Roma sino esta a su vez a la OMS que no se guió no por la evidencia científica, sí por la narrativa oficial publicada por el Departamento de Propaganda del Partido Comunista Chino que alegó haber ganado la “guerra popular” frente al virus, lo cual quedó demostrado como mentira cuando el régimen finalmente admitió que tenía 50 % más muertos que lo anunciado inicialmene.
En lugar de advertir al mundo sobre la pandemia que se avecinaba, China silenció y apresó a los médicos que advirtieron sobre el brote en sus inicios. Y la ONU emitió la información basada en censura al resto de los países miembros, en vez de escuchar a Taiwán, que comunicó el peligro inminente.
Debido a que la OMS es subsidiaria de la Organización de las Naciones Unidas, ni Taiwán ni Hong Kong son parte de la ONU, al no ser reconocidas por China (aunque Hong Kong sí tiene oficinas de la OMS en su territorio), uno de los cinco países miembros permanentes con poder de veto en el Consejo de Seguridad.
It is an embarrassing scene. @WHO Director General, Bruce Aylward, hangs up in an interview with RTHK when he is asked about reconsidering Taiwan’s membership. Ironically, despite being so close to China, Taiwan manages to keep the #coronavirus infection and fatality rate low. pic.twitter.com/bFWRXpCyHN
— Ezra Cheung (@ezracheungtoto) March 28, 2020
Ambas naciones se destacaron por su manejo de la pandemia. Hong Kong tiene 1 040 casos, solo 4 muertos y al menos 864 curados. Mientras Taiwán tiene más de 23 millones de habitantes y apenas 432 casos de COVID-19 (de los cuales 374 fueron importados), seis muertos y al menos 324 curados, la gran mayoría de los afectados. Para evidenciar el éxito de Taiwán basta compararla con Ecuador que tiene menos de 17 millones de habitantes, más de 900 fallecidos por COVID-19 y cerca de 1 500 pendientes de confirmar, ante la falta de pruebas y más de 25 000 contagiados.
Fue una ventaja para las islas autónomas no adherir a las organizaciones internacionalistas que desinformaron al mundo entero pero, fue una pérdida enorme para el resto de la humanidad no estar al tanto del peligro y no conocer las fórmulas de éxito aplicadas.
Policías se rehúsan a violar la Constitución
Ahora gran parte del planeta está encerrado para evitar el contagio. No obstante, van surgiendo referentes de la resistencia incluso entre las fuerzas de seguridad, tal como sucede en Star Wars con los storm troopers hartos de cumplir órdenes que reprimen a inocentes.
A lo largo y ancho de EE. UU. se han visto brotes de insurgencia por parte policías que denuncian la inconstitucionalidad de las medidas exigidas tanto por gobernadores demócratas como por jueces que se exceden en sus funciones al exigir medidas de distanciamiento social que atentan contra la libertad civil.
En el estado de Washington, por ejemplo, gobernado por un demócrata (Jay Inslee), las medidas restrictivas permiten que las obras del gobierno continúen, pero prohíbe la construcción del sector privado.
«Esta contradicción no está bien y raya en lo poco ético», dijo Adam Fortney, alguacil del condado de Snohomish. «Cuando llego a trabajar al juzgado, veo a los paisajistas aparecer cada día para instalar un nuevo paisaje y mantener nuestros parterres. Sin embargo, ¿un padre que es propietario de una empresa de construcción y trabaja solo mientras está al aire libre no puede administrar su negocio para ganarse la vida para mantener a su esposa e hijos?», exclamó.
También en Texas, al alguacil del condado de Franklin, J.D. Raymond, dijo que no detendría la apertura de iglesias y negocios con medidas razonables de distanciamiento.
“Siempre pondré tus derechos constitucionales por encima de la política o la opinión popular. Tenemos derecho a reunirnos pacíficamente. Tenemos derecho a guardar y portar armas. Tenemos derecho a asistir al servicio religioso de cualquier denominación”, dijo a través de redes sociales.
Casos similares abundan, dejando en claro que cuando la cuarentena viola la Constitución empieza la rebelión