English El destacado periódico venezolano El Universal se declaró “en estado de emergencia” al anunciar que solo podría circular durante dos semanas más dada la escasez de papel generalizada en el país. En una nota publicada el pasado lunes, el diario señaló al Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX) —una agencia del gobierno creada recientemente a cargo de aprobar el acceso a las divisas extranjeras— como el culpable de la situación de escasez.
Durante los últimos meses, los obstáculos burocráticos de CENCOEX han hecho que sea casi imposible importar papel; los engorrosos trámites para acceder a moneda extranjera no han presentado problemas solo para El Universal, sino también para muchos otros periódicos del país.
“El insólito retardo en la Autorización de Adquisición de Divisas (…) no ha permitido nacionalizar un cargamento de papel periódico propiedad de El Universal necesario para las operaciones del diario, y obliga a la urgente toma de decisiones para racionalizar aún más el insumo fundamental del medio impreso”, sostenía la nota. El periódico redujo su distribución en un 30% para extender sus escasas provisiones por dos semanas más.
Desafortunadamente, El Universal no es el primer diario en sufrir de esta carencia. De acuerdo a Espacio Público —una ONG que defiende los derechos de los periodistas y la libertad de expresión en Venezuela— entre agosto de 2013 y enero de 2014, aproximadamente 10 periódicos han tenido que cerrar por la misma situación, y otros han tenido que organizar marchas y protestas para exigir respuestas soluciones por parte de las autoridades.
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ha negado rotundamente que en Venezuela exista tal escasez. En cambio, ha denunciado la presencia de 13.700 bobinas de papel en el puerto de La Guaira (cerca de Caracas) que no han sido recogidas por sus dueños.
“¿Quién las compró? ¿Quién las compró? ¿Por qué nadie las ha recogido del puerto?”, preguntó el representante chavista, y sugirió que las quejas eran parte de una trama para instalar en la opinión pública la idea de que hay una escasez generalizada de papel.
Pero lo que Cabello no menciona es la razón por la que las bobinas de papel están “abandonadas”. Según El Universal, el papel se encuentra desde enero en la aduana del puerto de La Guaira esperando que el CENCOEX apruebe finalmente su pago en moneda extranjera. Y dado que el órgano estatal se ha tomado casi cinco meses para proceder, El Universal ha consumido sus reservas finales de papel para poder sobrevivir.
Otros periódicos notables como El Nacional, El Nuevo País y El Impulso, han tenido que recurrir a los medios del país vecino, Colombia. La Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos acordó prestar a estos tres periódicos 52 toneladas de papel para ayudarlos a mantenerse en circulación durante los próximos meses.
Carlos Correa, director ejecutivo de Espacio Público, declaró en exclusiva para PanAm Post sobre la escasez del papel de prensa. Según Correa, el problema no es solo económico, sino también político: “El gobierno está consciente de la crisis económica que afecta la importación de papel para los medios. Los diarios han tenido que reducir el número de periodistas empleados, y esto, sin duda, ha adquirido una naturaleza política”.
La realidad para los medios estatales, por otro lado, es muy diferente, dice Correa. La escasez de papel no es un problema para esos medios ni para otros periódicos cuyas líneas editoriales están alineadas con las políticas del gobierno. “Ellos importan su papel sin ninguna dificultad. Está claro que hay una parcialidad política en este brote de escasez”, afirma Correa.
Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libre Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa, describe la situación no como una restricción económica, sino como una nueva forma de censura. El gobierno venezolano continúa esperando que “los periódicos cierren, con la sutil medida de negarles el acceso a la moneda para que no puedan importar papel y otros insumos que no son producidos en el país”, sostiene Paolillo.
El pasado jueves fue el Día del Trabajador, y el presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), Tinedo Guía, informó al público que hasta el momento los directores del CNP y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) seguían esperando una respuesta por parte de la Defensoría del Pueblo y de la Asamblea Nacional.
“Ni siquiera una comunicación escrita del gobierno de cara a esta preocupante falta de papel. Esto claramente muestra cómo ellos insisten en silenciar las noticias que los grandes periódicos distribuyen por el país”, dijo Guía.
Según el presidente del CNP, en Venezuela la libertad de prensa está debilitada y corre peligro: “La negativa del CENCOEX a permitir a los periódicos convertir sus bolívares [moneda venezolana] en dólares para la importación de papel y otros insumos ha condenado a los medios importantes al silencio. Esto se traduce en menos información y menos espacios para el conocimiento”.