EnglishEl pasado viernes, la política exterior “anti-imperialista” de Venezuela mostró otro desarrollo significativo: El Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela autorizó a la República Popular y Democrática de Corea (RDPC), también conocida como Corea del Norte, a reabrir su embajada en el país.
Esta sería la quinta misión diplomática que el régimen coreano establece en América Latina, después de México, Brasil, Perú y Cuba. Mientras que la presencia norcoreana en la región ha pasado por debajo del radar, su admiración por el Socialismo del siglo XXI de Hugo Chávez ha catalizado un interés más profundo por el régimen chavista.
La autorización vino después de la visita a Venezuela que hizo en Octubre de 2013 el embajador de Corea del Norte en Cuba, Jon Yong Jin. Esta visita a Venezuela dice mucho, dado el limitado número de misiones diplomáticas que tiene Corea del Norte. Yong Jin representa el reinado de Kim Jong-un como embajador no residente en varios países, incluyendo a Venezuela.
Durante su visita, Yong Jin se reunió con los diputados a la Asamblea Nacional de Venezuela Yul Jabour y Julio Chávez, del Partido Comunista de Venezuela (PCV) y del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), respectivamente. Yong Jin también aprvechó la oportunidad de expresar su apoyo al Presidente Nicolás Maduro cuando asistió en Caracas a la sede de la Comisión Permanente de Política Exterior, Soberanía e Integración.
A principios de mes, Maduro declaró persona non grata a tres diplomáticos estadounidenses por presunta conspiración para derrocarlo, una decisión que recibió el claro apoyo del régimen de Kim. Yong Jin felicitó al presidente de Venezuela por tomar esa acción y rechazó la “política intervencionista dirigida por Estados Unidos a través de sus embajadas”.
“Fue una medida tomada por un país independiente, y la apoyamos”, dijo el representante norcoreano.
Pero más allá de este espaldarazo, Yong Jin también advirtió que si el gobierno de Estados Unidos se atrevía a involucrarse en un ataque militar a Venezuela, el régimen de Corea del Norte no lo pensaría dos veces antes de unirse a la lucha contra el imperio. Dijo que se comprometían verdaderamente a defender la revolución bolivariana.
El diputado Yul Jabour, del PCV, le dijo al embajador de Corea del Norte que Venezuela le está concediendo una “importancia especial” a la relación entre ambos países. El diputado indicó que en dicha reunión “le dieron especial importancia al fortalecimiento de los lazos de amistad entre los pueblos frente a los ‘peligros que se ciernen’ sobre los que se declaran antiimperialistas y defienden su derecho a la autodeterminación.
El chavismo tomará un paso adicional para acercarse al régimen de Kim, confirmó Jabour. Para entonces, la Asamblea Nacional ya se “encontraba desarrollando un marco legal para profundizar las relaciones entre los dos países”.
Pero más allá de estos gestos diplomáticos, Yong Jin no pudo contener su admiración por el proyecto político del chavismo y el “legado del Comandante Supremo Hugo Chávez”.
Después de esta reunión, por primera vez en la historia parlamentaria de Venezuela, ambas partes decidieron crear el Grupo de Amistad de Venezuela con la República Popular y Democrática de Corea.
Importación de la ideología norcoreana
En enero, Yul Jabour y el jefe del Grupo de Amigos, Julio Chávez, hicieron énfasis en la necesidad de estudiar la doctrina Juche y su aplicación en el territorio de Venezuela. El Juche, también conocido como Kimism, es la ideología oficial del Estado creada por el antiguo líder norcoreano Kim Il-sung.
La tesis del Juche sostiene que para consolidar la independencia política del país, las personas tienen que reunirse alrededor del partido y del líder supremo. De acuerdo a Grace Lee, investigadora de la Universidad de Stanford, esta doctrina ha ayudado a justificar la consolidación del poder personal de Kim.
Cuando el Presidente Nicolás Maduro ganó las elecciones en abril de 2013, Kim Yong-nam, jefe del Presidium de la Asamblea Suprema Popular de Corea del Norte, devolvió el gesto de apreciación. Calificó la victoria de Maduro como “una expresión de la profunda confianza y de las expectativas sobre sus hombros”, y felicitó la “firme voluntad de mantener el camino hacia el socialismo” del pueblo de Venezuela.
No obstante, el chavismo no ha mostrado siempre un firme compromiso con Corea del Norte. En 2006, Venezuela condenó las pruebas nucleares del país y pidió un uso pacífico de la energía atómica.
“Condenamos las pruebas nucleares, por su inmenso daño al planeta, a la vida en el planeta”, dijo Maduro cuando era el ministro de Asuntos exteriores en la administración de Chávez.
¿Por qué la relación exclusiva?
Actualmente, 24 países en América y el Caribe mantienen relaciones con Corea del Norte, pero solo cuatro de ellos tienen embajadas. Venezuela sería el quinto país en unirse a esa exclusiva lista.
Venezuela reconoció a Corea del Norte como Estado soberano en 1974, y esta sería la segunda vez que el país abre la misión diplomática en Caracas. En la década de los noventa, debido a la grave crisis financiera y el reducido presupuesto de Corea del Norte, el régimen se vio forzado a cerrar el 30% de sus embajadas, incluyendo la que tenían en Venezuela.
Víctor Mijares, investigador invitado en el Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales, y profesor asistente de relaciones internacionales en la Universidad Simón Bolívar, habló en exclusiva para el PanAm Post sobre la nueva alianza asiática del chavismo.
“Con la crisis que atraviesa el liderazgo chavista, la profunda crisis económica de Venezuela también se ha vuelto evidente. Por tanto, la política exterior de la revolución bolivariana ha pasado de ser una prioridad a ser una distracción”, aseguró.
“Aunque Maduro ha comenzado un ligero cambio en la política exterior de Venezuela, el quiebre con la política antiimperialista no es un escenario viable para la estabilidad del Chavismo en esta era post-Chávez. Es por eso que el régimen de Venezuela presenta, y continuará presentando, resistencia contra la antigua hegemonía de Estados Unidos, explicó Mijares.
El chavismo podría adoptar las características ideológicas y políticas de Corea del Norte, como el culto a la personalidad y su política de aislacionismo, como lecciones para el futuro. Sin embargo, Mijares cree que Corea del Norte puede ejercer el rol de aliado intercultural, aunque sea solamente de forma simbólica, y así calmar a los radicales del partido de gobierno.