EnglishHan pasado seis días desde que el primer ministro de Aruba, Mike Eman, comenzó una huelga de hambre para protestar por la interferencia del gobierno de los Países Bajos en los asuntos internos de su país.
“Estoy preparado para morir”, dijo el primer ministro en una entrevista el pasado lunes. Eman tomó la drástica decisión luego de una orden emitida por el Consejo de Ministros del Reino, la cual indica que el gobernador del rey en Aruba debe conducir una investigación independiente sobre el presupuesto de la isla para 2014 y la estabilidad de sus finanzas.
“Aruba está siendo secuestrada, violada y humillada por los Países Bajos, que ahora sólo muestra su cara mercantilista, y no la cara de un pastor. No podemos construir un reino junto a un mercantilista porque todo se trata de dinero. Aruba quiere cooperación, no dinero. No tenemos nada que vender, y nosotros no estamos en venta”, dijo Eman.
El ministro neerlandés de Asuntos Internos y Relaciones del Reino, Ronald Plasterk, recomendó al gobierno retener su aprobación del presupuesto anual de la isla hasta que el gobernador local del reino, Fredis Rufenjol, llevara a cabo la investigación.
“Parece que el primer ministro de Aruba Mike Eman tuvo una visión diferente del asunto que habíamos acordado antes. Así que el gobierno del reino decidió poner al gobernador a cargo de la investigación. No quedaban otras alternativas, porque la situación financiera es alarmante”, explicó Plasterk.
La semana pasada, el gobernador Rufenjol se negó a firmar el presupuesto, a pesar de que había sido aprobado por el Parlamento. El ministro de Finanzas de Aruba, Juan David Yrausquin, renunció inmediatamente e indicó que el gobernador había actuado de forma “inconstitucional” y bajo la presión del gobierno neerlandés.
El exministro describió la situación como una “gran injusticia”, y explicó cómo el gobierno de Aruba estaba forzado a aceptar la investigación del gobernador. “El primer ministro no tiene alternativa, sino dar su consentimiento o enfrentar la bancarrota de Aruba”, señaló.
El primer ministro Eman también criticó duramente la decisión de Rufenjol y denunció la falta de respeto hacia la autonomía de Aruba.
“Aruba ha actuado diplomáticamente por meses, pero ya se llegó al límite”, declaró Eman.
El viernes, el gabinete de Eman, varios miembros del Parlamento y cientos de arubanos se unieron a él en una marcha al Fuerte Zoutman, donde el primer ministro dijo que iniciará una huelga de hambre hasta que el gobernador firme el presupuesto.
“Nunca toleraré que nuestra autonomía nos sea arrebatada”, dijo Eman.

El primer ministro calificó la decisión del Gobierno del Reino como “ilegal” y “sin efecto legal”. Dice que viola los Estatutos del Reino de los Países Bajos, la Regulación del Gobernador, la Constitución de Aruba y en última instancia, el derecho de autonomía presupuestaria del Parlamento.
“Ningún órgano de Aruba podrá cooperar en la ejecución de decisiones que explícitamente violan los Estatutos”, afirmó el gobernador de Aruba en un comunicado de prensa.
A pesar de que el Ministro neerlandés Plasterk reconoció que “el presupuesto es un asunto del país”, también insistió en la autoridad del gobernador de “presentar una decreto nacional si va en contra de los intereses del Reino”.
En el pasado, el gobierno del Reino ha expresado su preocupación sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas de Aruba, cuya deuda nacional se ha duplicado en los últimos cuatro años. La deuda de la isla se encuentra actualmente en 3,2 mil millones de florines arubeños (aproximadamente US$1,7 mil millones), cerca del 75% de su producto interno bruto (PIB). El déficit del presupuesto de 2014 también sobrepasó el 3% que había sido acordado previamente.
La investigación liderada por Rufenjol, será llevada a cabo por un grupo de trabajo independiente conformado por miembros del Comité de Supervisión Financiera (CFT), que también supervisa las finanzas de Curaçao y San Martín, islas también pertenecientes al Reino.
Durante su huelga, Eman ha recibido apoyo de sus contrapartes regionales, como la primer ministro de San Martín, Sarah Wescot-Williams.
De acuerdo con Wescot-Williams, San Martín también fue sometida a una “investigación de integridad estructural” por parte del Reino de los Países Bajos en 2013. Dijo que esto estableció el precedente para que “el gobierno neerlandés se entrometa en los asuntos de los países [del Reino]”.
“Le advertí a todas las partes interesadas que esto iba a suceder, y están usando la misma herramienta con Aruba. Todas nuestras solicitudes fueron anuladas en ese momento, y el gobierno del Reino se negó; están haciendo lo mismo en Aruba”.
Wescot-Williams expresó su solidaridad con Aruba. “No podemos permitir que influencias exteriores desde el Consejo de Ministros del Reino interfieran con los asuntos autónomos de un país”, concluyó.