La crisis en Venezuela ya forma parte del debate político argentino. Los partidos y los medios de comunicación buscan expresar el sentimiento de sus seguidores y muy lentamente van buscando expresiones que estén en sintonía con los espacios que aspiran representar.
El diario Clarín, según su eslogan “El gran diario argentino”, ha decidido encabezar sus noticias recientemente con la frase “El régimen de maduro”.
En sus artículos se encuentran referencias sobre los presos políticos y la crisis económica. Inclusive publicó un artículo relevando las opiniones políticas del conflicto cuya volanta decía: “Quiénes callan, quienes pegaron el faltazo al Congreso y quiénes son los que condenan al régimen de Maduro”.
Este diario es el de mayor distribución en todo el país y trata de abarcar el espectro no ideologizado mayoritario de la población argentina.
Por su parte, Página/12, uno de los medios más favorecidos por el kirchnerismo, históricamente tuvo una posición pro-chavista, al que inclusive le han dedicado varias portadas. La semana en que Hugo Chávez murió se leyeron varias editoriales homenajeando su figura:
“Los odiadores, dentro y fuera de Venezuela, no se lo perdonaron ni le perdonarán nunca haber sido el primer presidente del mundo en rasgar el velo de la gran chanchada neoliberal“, decía la periodista Sandra Russo en la contratapa del diario.
Otras editoriales directamente titulaban: “¡Gloria al bravo Chávez!”
Pero la Venezuela que supo ser tapa y contratapa en los días de gloria del chavismo ha desaparecido de los espacios destacados de este medio ante el colapso total del ejemplo del “Socialismo del Siglo XXI”. En la última semana, y a pesar de los graves incidentes con víctimas fatales, solo un recuadro titular pequeño con la leyenda: “Venezuela dividida con marchas a favor y en contra del gobierno”, tuvo lugar.
Dentro del diario pequeños recuadros con noticias afines al chavismo, como el respaldo a la canciller Delcy Rodriguez por parte de un grupo sindical uruguayo, suelen aparecer como mínimas referencias al espacio natural del medio, pero ya con una distancia mayor a otros tiempos de propaganda afín.
El diario La Nación, tradicional espacio conservador argentino, todavía vigente como uno de los de mayor distribución nacional junto a Clarín, además de su lógica crítica a Maduro, aportó interesantes artículos de análisis, además de las noticias de coyuntura. Por ejemplo, relevó la realidad en los supermercados, informando la situación con los productos básicos y presentó un informe sobre cuánto se puede comprar con un salario mínimo en Venezuela. En sus páginas ha estado siempre vigente la represión y la actualidad del país en cuestión. Es el único diario argentino que históricamente comienza con las páginas de la sección internacional.
Uno de los pocos bastiones chavistas que quedan en los medios argentinos son los espacios de los periodistas Víctor Hugo Morales y Roberto Navarro (ambos fueron los voceros más alineados del kirchnerismo) en el canal C5N. Allí, junto al analista internacional Pedro Brieger, continúan denominando al Gobierno de Maduro como el espacio que “más veces se ha presentado a elecciones”. Para ellos la oposición es un espacio “golpista” y en relación con los últimos hechos de violencia suelen pedir tiempo para analizar en detalle las situaciones para poder otorgar información “confirmada”.