Durante 2015 en Argentina se celebraron las elecciones presidenciales, pero también las municipales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El distrito capitalino, que sirvió de trampolín para que Mauricio Macri llegara al gobierno nacional, eligió al sucesor del actual presidente en la elección más reñida que el PRO (Propuesta Republicana) enfrentó hasta el momento.
Aquella competencia electoral no pudo ser resuelta en primera vuelta ya que el candidato macrista y ganador, Horacio Rodriguez Larreta, solo alcanzo el 44 % de los votos. La disputa por el segundo lugar la ganó Martín Lousteau por el frente ECO con un 25 % sobre el candidato kirchnerista, Martín Recalde, que sacó el 21 %.
El espacio de ECO tenía una posición ambigua en el debate nacional, ya que el frente estaba integrado por tres partidos y dos de ellos formaban parte de la alianza Cambiemos: La Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. El tercer miembro, y único no alineado a la candidatura de Macri a nivel país era el Partido Socialista.
A pesar de la gran diferencia entre los dos primeros candidatos, Lousteau confiado de poder aglutinar una gran cantidad de votos de la oposición, se presento en el balotaje (segunda vuelta).
La elección fue un parto para el macrismo. Si bien ganaron con un 51 % contra un 49 % en varios momentos del escrutinio Lousteau le sacó pequeñas ventajas Larreta.
Asumidos ya Macri como presidente y Larreta como intendente se decidió ofrecerle la apetecible Embajada en Estados Unidos al candidato que quedaba en una zona gris entre oposición y oficialismo ante el nuevo panorama político.
Seguramente la propuesta encerraba la esperanza que Lousteau desista de sus ambiciones políticas por la Ciudad de Buenos Aires, o que al menos, como se dice en la jerga “juegue por adentro”.
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Lo cierto es que la embajada más importante le dio aún más notoriedad a Lousteau producto de su asunción, su foto con Obama, las especulaciones sobre su futuro político, y sobre todo, su renuncia preelectoral.
Hoy el exembajador es un dolor de cabeza para el armado de Cambiemos, ya que su inminente candidatura mantiene dividida a la Unión Cívica Radical y rompe con la idea de una lista única encabezada por Elisa Carrió.
Por estos momentos Lousteau está forzando una interna dentro del frente y los responsables de la propuesta de la embajada se preguntan si sirvió de algo esta fallida estrategia.