El excandidato a presidente por el kirchnerismo, Daniel Scioli, aguarda una oportunidad en las elecciones legislativas de este año, pero diversos escándalos relacionados con su intimidad parecen estar complicando sus posibilidades políticas.
La vida privada de Scioli tiene antecedentes dentro del debate político, ya que durante la campaña presidencial existían los rumores de que su pareja, Karina Rabolini, sólo se mostraba junto a él por un acuerdo de imagen.
Incluso durante el debate de candidatos a la presidencia, antes de la segunda vuelta, el saludo entre ellos se vio frío y forzado, a diferencia del beso efusivo de Mauricio Macri y su esposa que se llevó todos los flashes y la tapa de los diarios al día siguiente.
Lo cierto es que los rumores sobre lo ficticio de la pareja Scioli-Rabolini algo de fundamento tenían, ya que al poco tiempo se mostraron separados y ambos aparecieron con distintas parejas.
Por el lado de Scioli, el dirigente peronista hizo público su romance con la bailarina cordobesa Gisela Berger, con quien realizó un viaje a Cuba.
En las últimas horas el exgobernador y candidato a presidente estuvo en el ojo de la tormenta porque salieron a la luz chats, videos eróticos y fotografías sensuales que otra mujer, la modelo Sofía Clérici, le habría enviado recientemente al político peronista.
El escándalo puso fin al romance público con Berger, que salió a los medios de comunicación a destruir a Scioli reconociendo un embarazo y revelando que el político le sugirió en reiteradas oportunidades que aborte.
Scioli negó el supuesto romance con Clérici y destacó que las fotos que la modelo le había enviado eran para mostrarle su “nueva línea de lencería”.
Sofía Clérici también negó que fueran “amantes” pero reconoció haber enviado las fotos y los videos “por diversión”, según sus palabras.
Fuentes vinculadas a los sectores del peronismo en la provincia de Buenos Aires confirmaron a varios medios de comunicación que la situación ha perjudicado mucho las posibilidades de Daniel Scioli como candidato del espacio. Los dirigentes bonaerenses coinciden que si bien el escándalo por la supuesta infidelidad afecta su imagen pública, lo más grave de la situación fue la denuncia sobre su supuesta intención de que Gisela Berger sea sometida a un aborto.
Cabe destacar que en el marco de la última campaña presidencial, el candidato se había manifestado “en contra” de la legalización de dicha práctica.