A pesar de que Mauricio Macri y su ministro de Transporte mantienen el discurso en favor de la empresa estatal Aerolíneas Argentinas, lo cierto es que empezó un leve proceso de apertura que apunta con llegar a una desregulación futura del sector. Esto generó la protesta de los sindicatos y la respuesta de los empresarios que buscan entrar en el negocio.
Para los gremios, el gobierno eligió los privilegios a la hora de otorgar las nuevas rutas con empresas relacionadas al Poder Ejecutivo a las que calificó como “inexpertas” y advirtieron que el proceso de apertura “pone en riesgo” la continuidad y viabilidad de Aerolíneas Argentinas.
La Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Unión Personal de Líneas Aéreas (UPLA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) emitieron un comunicado donde se advierte que la “apertura indiscriminada” que lleva a cabo el gobierno no tiene “ningún criterio de regulación” y que llevará a la empresa estatal a un “colapso operativo”.
Según publicó El Cronista el documento firmado por los cinco gremios argumenta que la estatal Aerolíneas Argentina es víctima de una “desprotección” por el recorte de presupuesto que efectúa el gobierno.
La historia del monopolio aerocomercial comenzó en el primer gobierno de Perón en 1950 con la estatización de las pocas líneas aéreas privadas de la época que fueron unificadas en una sola empresa bajo el control gubernamental llamada Aerolíneas Argentinas.
Así se mantuvo hasta la década del noventa cuando fue privatizada por Carlos Menem. A pesar del cambio de gestión la empresa mantuvo sus beneficios y su rol casi monopólico con muy pocas rutas otorgadas a otras empresas. La falta de competencia terminó en una mala gestión y fue re estatizada por el kirchnerismo.
Hasta el momento los vuelos de cabotaje de la empresa en territorio argentino mantienen precios exorbitantes y una precaria conectividad centralizada en Buenos Aires. El gobierno actual pudo reducir el déficit, pero Aerolíneas continúa con pérdidas millonarias todos los días en un marco de déficit fiscal.
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El titular de Avianca, Germán Efromovich, respondió a los sindicatos locales a los que acusó de “no querer trabajar”.
Para el empresario “hay herencias antiguas y muchos malos argentinos que están acomodados a mamar del pecho de la vaca que se llama gobierno en cuanto los otros trabajan”.