Proponen llegar al gobierno para hacernos a todos iguales. Para lograr esto hay que terminar con el supuesto egoísmo que genera la propiedad privada. Cuando no existan diferencias entre las personas seremos todos iguales y viviremos felices. Claro que ninguna de las premisas de igualdad, fraternidad y socialismo imperan en el debate electoral. Ahí la izquierda argentina tiene todos los vicios del supuesto egoísmo capitalista y se pelean por la propiedad de los nombres, el uso de los colores y los slogans de campaña.
Uno de los lugares comunes del espectro socialista argentino es la usual diversificación en varios partidos políticos de idénticas propuestas, que de haberse juntado históricamente hubieran alcanzado varias representaciones parlamentarias.
Ni siquiera la figura de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) sirvieron para que los partidos que se denominan como “socialistas” puedan presentarse en un mismo frente.
La máxima síntesis que alcanzó la izquierda dura en las primarias es la consolidación de dos frentes, pero que se pelean como perro y gato por el mismo electorado.
En estas elecciones la guerra es entre el “Frente de Izquierda” contra la “Izquierda al Frente”. Los colores de uno son el rojo y el blanco y el del rival el blanco y el rojo. La disputa de ambos espacios terminó judicializada.
El conflicto en la justicia es porque los trotskistas del Frente de Izquierda, que incluye al Partido Obrero, al Partido de los Trabajadores Socialistas y a la Izquierda Socialista, denuncian a los trotskistas de Izquierda al frente por el Socialismo, formada por el Movimiento al Socialismo y el Movimiento Socialista de los Trabajadores, por querer “confundir” al electorado.
Hasta el momento la jueza María Servini de Cubría no hizo lugar en el ámbito federal a la demanda por considerar que los términos “izquierda” y “frente” son genéricos, por lo que no se puede establecer un uso exclusivo sobre los mismos. Sin embargo la pelea se repite en diversas jurisdicciones locales en el país.
Fuente: Clarín