La política tiene vueltas extrañas que solo la política entiende. Muchas veces determinados fenómenos actúan como un efecto mariposa generando resultados sorprendentes en el panorama político dentro de un país, o a veces, como en este caso, los alcances de algunas situaciones determinadas pueden traspasar las fronteras.
A días de las primarias en Argentina, que como los principales partidos no tendrán internas será como una suerte de primera vuelta legislativa, Cristina Fernández de Kirchner se está viendo afectada en la opinión pública por los resultados de las políticas de sus amistades “bolivarianas”.
El drama venezolano, como en toda la región, ocupa las portadas de los periódicos, está vigente en cada noticiero y se hizo presente en la discusión nacional. Salvo puntuales excepciones el régimen de Nicolás Maduro ya es repudiado por la mayoría de los argentinos. Incluso un partido de izquierda se manifestó en la puerta de la embajada venezolana en Buenos Aires para cuestionar al chavismo.
Esta situación sin dudas perjudica a la exmandataria, aliada y amiga de los déspotas, en vísperas de la elección que podría catapultarla al liderazgo de la oposición y del peronismo los próximos dos años.
Si bien no se sabe en concreto cuánto la ha perjudicado, es llamativo que ha desaparecido de los medios de comunicación y que ha suspendido un acto de campaña. Mientras todos los partidos sacan turno para denominar al chavismo como “dictadura” los dirigentes kirchneristas guardan el más duro de los silencios.
En los últimos días las encuestas mostraron un estancamiento total de la exmandataria y los candidatos de Macri ya se pusieron mano a mano con ella. Cabe destacar que cuando arrancó la campaña electoral varias mediciones ponían a Kirchner liderando por casi diez puntos.
Mientras se disputan los últimos días previos a las urnas y se pelea voto a voto el primer puesto en Buenos Aires, la viralización de videos en redes sociales como el de Cristina Kirchner condecorando a Nicolás Maduro aparecen como una perfecta campaña que ni todo el dinero de Mauricio Macri podría pagar.