Desde 2003 que el peronismo, oficialmente, se encuentra fraccionado. En realidad las disputas empezaron años antes, con la reforma de la Constitución de 1994. Duhalde creía que sería el continuador de Carlos Menem, que consiguió la reforma mediante un pacto con Raúl Alfonsín, quitándole el sueño al dirigente, que se tuvo que conformar con la gobernación de Buenos Aires.
En el mundillo de la política se comenta que en 1999, Menem operó en las sombras para ayudar a Fernando de la Rúa, que le ganó a Duhalde las elecciones, aunque no pudo terminar con el mandato. Ya en 2003 la situación quedó expuesta ante la opinión pública y el peronismo se presentó partido en tres (Menem, Rodríguez Saa, Kirchner) en la contienda electoral que llevó al matrimonio santacruceño al poder.
A una semana de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) ocurrió el milagro y todas las vertientes peronistas se unieron en una causa común: revertir la situación judicial del ex presidente que fue vetado para presentarse como candidato a senador para renovar su banca.
Resulta que la Justicia Electoral consideró que Menem, por motivo de sus causas y condenas judiciales, no cuenta con la “idoneidad” necesaria para candidatearse para continuar como senador. El hermano del ex mandatario, Eduardo Menem, afirmó que el veto es político e ilegal. Su justificación es que en la causa donde se encuentra condenado (contrabando de armas) existe una apelación en trámite a la Corte Suprema de Justicia, por lo que hasta que el máximo tribunal no se expida, Menem debería poder ser candidato.
Durante los 12 años del kirchnerismo se señaló a Carlos Menem, a pesar de haberlo apoyado en toda su presidencia, como la personificación de todos los males. El “neoliberalismo” de los 90 fue señalado como el culpable de todos los males por los Kirchner, a pesar de contar con el apoyo del ex mandatario desde su banca del senado.
El peronismo unido por estas horas se encuentra tramitando un “Recurso Federal ante la Corte Suprema” para que Menem pueda recuperar su candidatura.
Entre los voceros de la movida judicial se encuentra al jefe de bancada del kirchnerista Frente para la Victoria en el senado, Miguel Ángel Pichetto, quien fuera hasta hace poco la espada más importante de Cristina Kirchner en el Congreso.
“Se va presentar un recurso extraordinario ante la Corte que creemos que debe proceder a ser habilitado atento a que esta es una cuestión de naturaleza federal, porque afecta un principios constitucionales que es irrenunciable como el de elegir y ser elegido, y fundamentalmente afecta el derecho de un senador y de la Cámara más federal del Congreso, que es la Cámara de Senadores”, manifestó Pichetto.
Una vez más, el espacio político fundado por Juan Domingo Perón muestra que a la hora de perder o ganar un espacio, aunque sea sólo una banca en el Congreso, toda la retórica discursiva queda sin efecto. Ante las cosas importantes, como decía el General, para un peronista, no hay nada mejor que otro peronista.