Por estos días Argentina está viviendo destacados hechos de violencia por parte de sectores kirchneristas y de izquierda. La utilización política absurda sobre la desaparición de Santiago Maldonado no hizo otra cosa que profundizar la agresión en las manifestaciones, causando daños materiales y heridos, inclusive entre enfrentamientos de los mismos grupos opositores al gobierno de Macri.
La virulencia no es casual, ya que hay un contexto que desespera bastante a estos espacios que apuestan por el caos, pero que no hacen otra cosa que aumentar los márgenes de apoyo al gobierno por parte de la gente que se espanta de las acciones violentas.
El apoyo al gobierno en las primarias
Luego del resultado de la elección de agosto, la mayoría de los argentinos ha decidido dar un cheque de confianza a Mauricio Macri. Cambiemos se impuso en casi todo el país, generando algunas sorpresas en bastiones históricamente peronistas e igualando con la expresidente Cristina Kirchner en la Provincia de Buenos Aires (su distrito más fuerte), cuando parecía que se iba a imponer por un amplio número. De mantenerse esta tendencia en octubre el gobierno incrementará su cantidad de legisladores y ya se habla de una posible reelección de Macri.
Mejoras en la economía
A pesar de no haber tenido lugar hasta el momento reformas de fondo, la economía lentamente comienza a crecer. Habiendo partido de un panorama totalmente adverso, la reducción considerable de la inflación y los pequeños incrementos en las tazas de empleo e inversión indican, que si bien la situación no es ideal, está más cerca de mejorar que de empeorar.
División en la oposición
Si en algo ha tenido suerte Mauricio Macri es en el escenario que enfrenta el espacio de su oposición. Todavía la dirigente con más apoyo dentro de este espectro electoral es la expresidente, que a la vez es repudiada por la mayoría de los argentinos. Sergio Massa y Florencio Randazzo no salieron bien parados en los resultados generales de la provincia de Buenos Aires, por lo que Macri, por ahora, “juega solo”. Los grupos que apuntan a la caída del gobierno no encuentran ningún liderazgo para una renovación democrática en el corto plazo, lo que incrementa la violencia y la desesperación de estos sectores.
Posibles reformas post elecciones de octubre
Argentina necesita reformas profundas y es muy probable que las mismas tengan la misma intensidad que la victoria del gobierno en las elecciones legislativas. Seguramente un mayor margen de ventaja generará más espaldas políticas para afrontar los cambios. Los sindicatos que buscan mantener privilegios representan uno de los sectores que más se perjudicarían ante una reforma, por ejemplo, en el ámbito laboral.
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Nuevo contexto internacional
Los grupos que han sido beneficiados por el eje del “Socialismo del Siglo XXI” ven como los aliados internacionales van desapareciendo del mapa y como América Latina toma otro rumbo político económico. La victoria de Mauricio Macri en Argentina parece estar en sintonía con el regreso de Sebastián Piñera en Chile y la llegada, atolondrada, de Michel Temer a Brasil. Perú está en este nuevo espectro, Ecuador tiene un nuevo presidente que parece querer traicionar a Correa que lo puso en el cargo y del lado de enfrente no queda más que la sangrienta dictadura Venezolana, repudiada por casi todo el mundo.