La detención, luego del desafuero en la Cámara de Diputados, del exministro de Planificación Federal de Néstor y Cristina Kirchner, Julio De Vido, todavía sigue generando polémica. Luego de que la expresidente manifestara que no pone “las manos en el fuego” por él, llegó una dura respuesta desde la celda que podría ser sólo el principio de un peligroso enfrentamiento. De quebrarse el pacto entre ambos, muchos políticos y empresarios vinculados al desvío de fondos en la obra pública los últimos 12 años podrían acompañar al exministro todopoderoso y mano derecha de Néstor Kirchner a la prisión.
Dado el contenido de la carta del arquitecto detenido, al que Elisa Carrió denunció como “cajero” de Kirchner, se puede suponer que las declaraciones de la exmandataria molestaron a De Vido. Luego de su campaña extensa a senadora por la provincia de Buenos Aires, donde quedó relegada al segundo puesto, Cristina dijo que no ponía las “manos en el fuego” por quien fuera su ministro de Planificación. Ella manifestó que solamente lo haría por sus hijos y por su desempeño, pero por nadie más.
“Días anteriores a mi arbitrario e ilegal pedido de detención ocurrió algo que sin duda alguna tuvo una particular influencia en los medios y no dudo que también en el Congreso, fue cuando alguien dijo al ser consultado de mi gestión que no ponía las manos en el fuego por nadie salvo por su entorno familiar íntimo; todo muy simultáneo; todo muy coincidente; demasiado explícito”, escribió De Vido.
En el último párrafo del texto, el exministro aprovecha para señalar una diferencia entre Néstor y Cristina Kirchner. Con el primero tuvo una muy cercana relación, mientras que el vínculo con su viuda, por momentos fue distante y complejo:
“Si quieren saber dónde estoy, estoy donde estuve siempre, al lado de Néstor Carlos Kirchner. Aquí estoy y estaré hasta el fin de mis días, aquí estoy, seguro no me quemaré las manos”.
El polémico texto, que promete repercusiones, no demoró en aparecer en las redes sociales.
Nueva carta de De Vido. Atentos al último párrafo. pic.twitter.com/JmJhyl4uxm
— Sebastián Iñurrieta (@sinurrieta) October 31, 2017
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Mientras que Lázaro Báez, sospechado de ser testaferro de los Kirchner, se mantuvo hasta el momento en prisión y en silencio sin cuestionar a la expresidente, todo parece indicar que la historia con Julio De Vido puede ir por un camino diferente. El manejo de la obra pública durante su gestión, no solamente con Néstor, sino también en los dos mandatos de Cristina, ha tenido evidentes (y multimillonarias) irregularidades, por lo que este supuesto divorcio político podría generar un serio dolor de cabeza para la expresidente.
Fuente: La Nación