El Gobierno de Mauricio Macri desde sus inicios en diciembre de 2015 buscó deshacerse de la Procuradora Nacional, Alejandra Gils Carbó pues para el oficialismo se trataba de una dirigente política kirchnerista “infiltrada” en la justicia. Durante los dos primeros años de Cambiemos, la funcionaria se mantuvo firme en el cargo, hasta que su situación se complicó tras la compra irregular de un inmueble para la procuración.
Sin embargo, la renuncia fue firmada para que sea efectiva recién a fin de año, por lo que tiene todavía un mes y medio en funciones. Y según parece, la polémica la acompañará hasta el último día de su gestión.
En la mañana de hoy, en una reunión regional de fiscales en Buenos Aires, la presencia del funcionario chavista Tarek Saab causó indignación para el resto de los hombres de la justicia de los países vecinos que se encontraban en el cónclave. La invitación al dirigente de Nicolás Maduro para participar del evento fue tramitada por la, hasta finales de diciembre, procuradora argentina.
Saab juró como fiscal general de Venezuela luego de que la fraudulenta Asamblea Constituyente removiera a quien se encontraba ejerciendo el cargo hasta ese momento, Luisa Ortega Díaz.
Una de las voces más críticas por la presencia del funcionario de la dictadura chavista fue el fiscal chileno José Winston Abbott Charme, quien solicitó abiertamente que Saab sea expulsado del lugar y que se le prohíba el acceso a las reuniones de las jornadas de trabajo.
Ante las consultas de la prensa sobre el rechazo que causó su presencia, Saab aseguró que ignoraría la situación: “No pienso declarar nada. Estoy aquí en la Argentina con todos mis créditos como fiscal”, manifestó.
Los medios venezolanos, alineados con el chavismo, reportaron la presencia de Saab en el evento, pero, lógicamente, no hicieron ninguna mención al rechazo que causó la presencia del funcionario judicial en la reunión.