Aunque el papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, estaba ilusionado con recibir la visita oficial del seleccionado de fútbol albiceleste, la reunión no tendrá lugar. A pesar de que el pontífice ya había adelantado que el encuentro se realizaría, finalmente, por supuestos problemas de comunicación y agenda, el Jefe del Estado Vaticano se quedará con las ganas.
Como si fuera poco, recientemente, el presidente Mauricio Macri, que políticamente no cuenta con el visto bueno del papa, pudo reunirse con el equipo de Leonel Messi antes de que el seleccionado parta de Argentina y compartió las fotos del encuentro en las redes sociales.
Junto a la leyenda “despidiendo a la selección”, el presidente argentino compartió una imagen junto al plantel completo, como también otras fotos con las principales estrellas. Ante la negativa al papa, con quien Macri mantiene una guerra fría silenciosa, el encuentro tiene incluso más valor.
Despidiendo a la Selección ?? pic.twitter.com/AAFZ64Lcus
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) May 31, 2018
Confirmación y desmentida
Para el mediodía de hoy en el Estado Vaticano estaba todo confirmado. Para las 12.44, hora de Roma, el vocero de Francisco, Greg Burke, anunció que la reunión se realizaría mañana a la tarde en la residencia de Santa Marta. Sin embargo, poco tiempo después, el mismo Burke tuvo que aclarar que “la audiencia prevista para mañana ha sido desconvocada”. Sin mayores precisiones, el encargado de la prensa se limitó a decir lo siguiente: “Les esperamos con alegría cuando vuelvan con la copa”.
Acusaciones cruzadas
Luego de la expectativa que había generado el anuncio, medios de todo el mundo salieron a buscar respuesta tanto en el Vaticano como en la Asociación de Fútbol Argentina. En ambos lugares obtuvieron versiones distintas. En Roma, aunque no hubo otro anuncio además del de Burke (periodista de carrera), la prensa percibió cierto fastidio en las autoridades cercanas a Francisco. Incluso, un allegado al papa y compatriota de Bergoglio, le dijo a un periodista de La Nación que espera que el seleccionado “juegue mejor de lo que se organiza”.
Por el lado de la AFA se informó que la reunión no estaba confirmada y que era imposible, dado el compromiso que tienen frente al seleccionado de Israel antes del torneo de Rusia. Según indicaron en Buenos Aires a los medios argentinos, la imposibilidad no estuvo relacionada con ninguna mala intención y tuvo que ver exclusivamente con cuestiones de “logística”.
Sin embargo, a última hora se conoció que el match fue suspendido luego de varias amenazas de grupos islámicos y de las autoridades palestinas. El encargado de la Federación de Fútbol Palestina, Jibri Rajoub, pidió a sus compatriotas que “quemen” las camisetas de Messi, con motivo del encuentro que se realizaría en Jerusalén.
El embajador palestino en Buenos Aires también se había manifestado en contra del encuentro, al que calificó de “aberración” y “falta de respeto”. En las manifestaciones en contra del encuentro, extremistas palestinos mostraron camisetas del seleccionado argentino manchadas con sangre.
Queda definir como se solucionará el inconveniente del caché, ya que la selección argentina ya había cobrado los dos millones de dólares acordados por el partido.
Messi, Macri y la copa: la foto más temida del kirchnerismo
Aunque suene difícil de comprender para el exterior, en Argentina el mundial tiene serias implicancias políticas. De la misma manera que el Gobierno Militar (1976-1983) consideró una política de Estado fundamental el campeonato que se jugó en el país, desde entonces el fútbol y la política van de la mano. Mucho de esto tiene que ver con los humores de la población ante estos eventos deportivos trascendentes. Por estos días, desde el oficialismo, esperan un éxito que les dé tranquilidad en vísperas de la posible reelección en 2019. Para los funcionarios macristas, la foto con Messi llevándole la Copa del Mundo a Mauricio Macri vale tanto como las lluvias en la Pampa Húmeda luego de una sequía.
Por el lado del kirchnerismo, esa imagen es una seria amenaza. No es un secreto que los dirigentes que se quedaron con las ganas de la imagen inmortalizada de Cristina Fernández con el trofeo, ahora no alentarán con mucho énfasis a la selección nacional. Todo lo que pueda generar malestar suma, y viceversa.
En este partido, que comenzó antes del campeonato, el match entre macristas y kirchneristas ya va 1 a 0.