Carlos Melconian, para diciembre de 2015 al momento en que Macri llegó al poder, representaba en soledad el ala “ortodoxa” del nuevo Gobierno. Las expectativas a la hora de presentar el gabinete pasaban por si el presidente entrante confiaría en el economista más liberal de su staff o si se volcaría por sus colegas más “políticos”. El bando que llevaba como bandera la “buena onda” y proponía evitar malas noticias escondiendo la basura que dejó el kirchnerismo debajo de la alfombra triunfó y Melconian terminó dirigiendo el Banco Nación en lugar del Ministerio de Economía.
Sin embargo, la independencia del economista y su autonomía a la hora de manifestarse hicieron que el premio consuelo también le sea arrebatado. Melconian tuvo que renunciar y el plan “gradualista” se quedó sin críticos dentro del Gobierno. Los resultados están a la vista: ante la primera complejidad internacional, el programa colapsó, se disparó el dólar y hubo que pedir auxilio al Fondo Monetario Internacional.
Ahora, sin responsabilidades políticas, pero con la lealtad a su amigo Mauricio Macri y sabiendo que la oposición es aún peor, Carlos Melconian sigue “bancando” al oficialismo, pero le marca el rumbo y dice muchas verdades incómodas.
Hace unas semanas, en una conferencia privada, donde dijo que Cambiemos “boludeó dos años” y ahora paga los platos rotos, fue subida a internet y explotó la polémica. Desde entonces, el economista tomó recaudos, pero parece que no fueron suficientes.
En un encuentro en el Rotary Club, donde pidió que no haya periodistas cubriendo el evento, la organización subió (¿por error?) la conferencia al canal de Youtube, como hace con todas las exposiciones. Nuevamente las críticas del exdirector del Banco Nación se viralizaron.
En su discurso, Melconian nuevamente castigó al Gobierno por no haber anunciado la pesada herencia recibida por la gestión de Cristina Fernández: “Había que tomar el primer día la cadena de radio y televisión y decir qué recibimos. Ahora va a costar mucho salir de esto”.
Para el economista, cuando una crisis económica genera un estallido, las próximas autoridades tienen a su favor no haber tenido que ver con el colapso, pero como esto no ocurrió del todo hacia finales del kirchnerismo, al no explicar la situación, Macri se “compró” un problema.
Una de las críticas más duras del economista “amigo” del oficialismo fue la de mantener altos los impuestos y proponer una reforma mediocre: “Estamos en presión fiscal record en la historia argentina. El programa anunciado por el ministro Dujovne de bajar dos puntos en cinco años es una fantasía”.
Sin embargo, los misiles más fuertes de Melconian no fueron para un ministro o un funcionario, sino para el estratega del macrismo, Jaime Durán Barba, al que lo acusó prácticamente de charlatán:
“Estoy acostumbrado a hablar para empresas y tengo que ir en concreto a lo que me preguntan. En la política en general es no responder. A mí me cuesta la sanata. Entonces siempre tuve de enemigo a Durán Barba. Él quiere que no respondan los funcionarios y yo quiero responder”.
Melconian dejó en claro a los asistentes que sus dichos no son una traición ni “rompen códigos”. Para él la situación económica hay que explicarla con claridad.
“Cuando hablo en este tono parece que estuviera castigando a mi propio Gobierno, pero solo estoy diciendo las cosas como son”, advirtió el economista