Durante la jornada de hoy, Argentina vive un paro sindical organizado por la Confederación General del Trabajo (CGT), en reclamo contra las supuestas “políticas económicas” del Gobierno de Mauricio Macri. La medida de fuerza ocurre en medio de los reclamos sindicales por las reaperturas de las paritarias, tras la confirmación que la inflación anual estará por encima de las proyecciones oficiales.
Aunque quedó en evidencia que la medida de fuerza no tiene más que motivaciones políticas, lo cierto es que el acatamiento de varios sectores, sobre todo el de transporte, hizo que el país se encuentre prácticamente paralizado. Durante el día de hoy, en Argentina no funcionan los autobuses, el metro, el tren y tampoco despegarán los vuelos en los principales aeropuertos. La huelga sindical ha afectado a más de 70 mil pasajeros, que tenían que volar desde Ezeiza y Aeroparque en la jornada. Desde todas las aerolíneas se han comunicado con los pasajeros para solicitarles que no se presenten en los aeropuertos.
Amenazas sindicales
Desde las más altas cúpulas del gremialismo argentino se prometió un “paro total” y se advirtió al presidente que “corrija el rumbo”, si no se repetirán las propuestas.
Héctor Daer, uno de los tres secretarios generales de la CGT resaltó que los datos económicos que afectan a los sectores vulnerables de la sociedad “son cada vez más angustiantes”. Pablo Moyano, hijo de Hugo Moyano, referente de Caminoneros, anticipó un gran acatamiento en todo el país y un “paro total” y Juan Carlos Schmidt prometió que el impacto de la huelga será tan grande que se convertirá en la “más importante de los últimos ocho años”.
“Son una coalición corporativa”
El diputado de Cambiemos (Buenos Aires) Guillermo Castello manifestó a Panam Post que la medida de fuerza no hace otra cosa que perjudicar la imagen de los mismos sindicalistas que convocaron a la medida de fuerza:
“Se siguen desacreditando en virtud de esta coalición corporativa formada por el sindicalismo y ciertos sectores de la iglesia. Apuntan a desestabilizar al Gobierno para mantener sus privilegios y volver al pasado. Estas situaciones no hacen más que evitar que el país genere bienes y servicios, y perjudica a la gente que no puede desarrollar en paz sus actividades libremente, como ir a trabajar o llevar a los chicos a la escuela”.
Para Castello, el sindicalismo no puede pedir “un cambio de política económica” ya que no es su función. “Argentina, en lugar de volver atrás, necesita seguir profundizando el cambio que venimos proponiendo hace tres años y que ha sido acompañado por la ciudadanía en diversos comicios electorales”, resaltó.
Habló Macri
En una visita a Tandil (Provincia de Buenos Aires) el presidente argentino brindó una entrevista en un canal local y advirtió que el paro “no contribuye en nada” y que su Gobierno ha sido el que más se ha preocupado por la problemática del empleo y la pobreza.