
En Argentina la falta de reformas de fondo mantiene el déficit fiscal y por lo tanto los problemas de inflación y alta presión impositiva permanecen. Sin embargo, más allá de la descomunal carga fiscal que sufren los argentinos, en las últimas horas trascendieron noticias que parecen dignas de los años de Cristina Fernández de Kirchner. El Gobierno piensa analizar con lupa a los argentinos que viajaron a ver el mundial y también evalúan incrementar las complicaciones para viajar al exterior e “incentivar” el turismo local.
¿De dónde sacaste la plata para ir al mundial?
De la misma manera que ocurrió durante el torneo de Brasil 2014. la Administración Federal de Ingresos Publicos (AFIP) confirmó que realizará un cruzamiento de datos de los argentinos que viajaron a Rusia para alentar a la selección de fútbol. El ente fiscal hizo una arbitraria estimación donde dictaminó que el costo del viaje sale como mínimo 8 mil dólares, pero que puede llegar a costar 30 mil. Por lo tanto, se analizará la identidad de los turistas y se comprobarán los ingresos para confirmar que las personas estuvieron en condiciones de poder pagar el viaje. Si no, habrá problemas.
Esta iniciativa es absolutamente repudiable, ya que se trata de una persecución a personas que no son sospechadas de ningún delito. Es grave que una persona sin procesos, condenas o sospechas deba justificar ex post un viaje de turismo. Muchos argentinos viven en el sector informal por las grandes regulaciones e impedimentos fiscales que caen sobre el sector “en blanco”. Lo único que falta es tratarlos como delincuentes. Esta noticia sin dudas se trata de una de las más tristes continuidades del kirchnerismo que el Gobierno de Macri avala en la actualidad.
Sustitución de importaciones, ahora para el turismo
Si algo le faltaba a la fallida política de impedir que ingresen productos importados mediante altos aranceles e impuestos, era aplicar la misma visión para la industria turística. Con el fin de desincentivar los viajes al exterior, para que los argentinos gasten su dinero fronteras adentro (y colaboren con la insaciable máquina fiscal, aún más), las autoridades evalúan dos nuevas medidas: subir los impuestos a los pasajes y gravar las compras con tarjetas de crédito en el exterior.
Estas nuevas iniciativas no pueden ser pasadas por alto y es necesario advertir al respecto. Lamentablemente la oposición al Gobierno es aún más intervencionista y estatista por lo que una respuesta política electoral ante estos abusos, por ahora, es imposible. Es por esto que las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la defensa de la libertad, como a la difusión de las ideas económicas más virtuosas, deben alzar la voz ante estos atropellos.